Javier Bustamante es un biólogo ambiental que trabaja en ecología espacial. Su "background" es el de un ornitólogo de campo y biólogo de la conservación que gradualmente se ha movido hacia modelos de distribución de especies, análisis estadístico, sistemas de información geográfica y teledetección. Comenzó trabajando en la ecología del comportamiento de aves de presa (el conflicto paterno-filial en milanos, águilas pescadoras y cernícalos fue el tema de mi tesis doctoral). También ha hecho investigación en ecología reproductiva de pingüinos (pingüino barbijo) en la Antártida.
Gradualmente, se ha ido especializado en modelos estadísticos de distribución de especies (Species Distribution Models, SDM). El hecho de que estos modelos requieran de predictores ambientales le ha llevado a trabajar con Sistemas de Información Geográfica y teledetección. Continúa trabajando con el cernícalo primilla (Falco naumanni) en un proyecto a largo plazo de dinámica de poblaciones de una especie sensible al cambio climático y a cambios de usos en medios agrícolas. Actualmente, se están elaborando sistemas de monitorización automática con esta especie en Andalucía.
Los humedales son sistemas que albergan una gran biodiversidad; pero son muy dinámicos y frágiles, han sido poco estudiados y son mal conocidos
Además, ha realizado modelos de distribución de especies en España y Sudamérica utilizando como predictores datos de teledetección, ya que le interesa la dinámica espacial y temporal de procesos ambientales a distintas escalas y como usar esa información para la conservación de especies y ecosistemas. Dentro de esa línea, se ha centrado en el uso de la teledetección para estudiar la dinámica espacio temporal de humedales. Actualmente, es el responsable científico del Laboratorio de SIG y Teledetección de la Estación Biológica de Doñana y el Jefe del Departamento de Ecología de Humedales.
Pregunta - En primer lugar, nos gustaría conocer qué funciones desempeña la Estación Biológica de Doñana en este espacio natural.
Respuesta - La Estación Biológica de Doñana (EBD) es un instituto de investigación de la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En la EBD desarrollamos numerosas líneas de investigación en el campo de la ecología animal, evolución y conservación de la diversidad biológica. Nuestra misión es es llevar a cabo una investigación multidisciplinar al más alto nivel, y dirigida a la comprensión, desde un punto de vista evolutivo, de la forma en que se genera la biodiversidad, se mantiene o se deteriora, además de las consecuencias de su pérdida y de las posibilidades de su conservación y restauración. La EBD realiza proyectos de investigación en Doñana; pero también en otras partes del mundo.
P. - Dentro de la EBD, ¿qué función desempeña el Departamento de Ecología de Humedales?
R. - El Departamento de Ecología de Humedales agrupa a los investigadores con líneas de investigación centradas en la ecología de ecosistemas acuáticos. Aunque se realizan numerosos proyectos de investigación en Doñana también hay proyectos en otras zonas húmedas. No tenemos responsabilidad en la gestión del espacio natural, que depende de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía. Los investigadores del departamento asesoran a los gestores del espacio natural cuando estos últimos lo consideran necesario. Para ello se establecen convenios de colaboración entre ambos organismos.
P. - ¿Qué proyectos/investigaciones tiene en marcha actualmente su departamento?
R. - Históricamente, el departamento ha trabajado preferentemente en ecología de aves acuáticas; pero en tiempos más recientes el departamento ha crecido y se han ampliado las líneas de investigación para incluir un espectro mucho más amplio, entre otros, limnología, dinámica de nutrientes, dinámica de inundación, reconstrucción histórica mediante teledetección de la dinámica de humedales, restauración de humedales o la problemática de especies invasoras en ecosistemas acuáticos.
P. - ¿Cuáles dría que han sido las mayores aportaciones de este departamento a la conservación de Doñana?
R. - Nosotros no somos responsable de implementar medidas de gestión o de conservación en este espacio natural. En ocasiones, somos los primeros en darnos cuenta de los problemas; pero somos simplemente una voz más, aunque podamos estar mejor informados que otros. Los gestores nos escuchan; pero también sufren otros tipos de presiones de otros actores en el entorno, y tienen limitaciones presupuestarias y de otro tipo a la hora de implementar medidas de conservación. Distintos investigadores del departamento han participado en el diseño del proyecto de regeneración hídrica Doñana 2005 en el que se realizó una restauración experimental de la marisma en una antigua finca agrícola con el fin de determinar cuál es la mejor manera de realizar este tipo de actuaciones.
En ocasiones, somos los primeros en darnos cuenta de los problemas en Doñana
P. - ¿Cuáles son los mayores problemas a los que se enfrenta Doñana hoy en día?
R. - Los humedales son sistemas que albergan una gran biodiversidad; pero son muy dinámicos y frágiles, han sido poco estudiados y son mal conocidos. Quizá el principal problema de Doñana siga siendo la falta de un conocimiento profundo de como funciona el sistema que se pueda aplicar a su gestión. En loa años 50, el principal problema era desecación directa y la transformación de la marisma en cultivos. Así se perdieron dos terceras partes de la extensión origianl de Doñana. Hoy en día el principal problema es la extracción de agua subterránea en el entorno que está desecando el sistema de lagunas del manto eólico; pero también toda la gestión y transformación del entorno de Doñana que implica que el agua que llega a la marisma no llegua en la cantidad y calidad que esta requiere. Hay problemas derivados del incremento de nutrientes en el agua que alimenta a las marismas, y de la entrada de especies invasoras por el estuario del Guadalquivir.
P. - ¿Cuáles han sido los mayores logros en la gestión de Doñana en este sentido?
R. - El mayor logro fue en los años 60 la creación del Parque Nacional y el cambio de una mentalidad en la que las zonas húmedas se consideraban zonas insalubres, que había que desecar, a zonas con un gran valor, que había que proteger. Desde entonces, hemos pensado que Doñana se conserva "cercándolo" intentando aislarlo del entorno, por ejemplo reduciendo la carga de visitantes. Seguimos sin darnos cuenta que Doñana depende de su entorno y que la transformación de éste terminará alterando irremisiblemente el espacio natural. El parque se amplió a finales de los 90 y por primera vez se intentó restaurar zonas de marisma que habían sido desecadas y transformadas en cultivos en el proyecto de regeneración hídrica Doñana 2005. Sin embargo, se sigue con una mentalidad ingenieril de que los problemas de Doñana se resuelven con obras de ingeniería hidráulica y es necesaria una gestión integral de la cuenca, tanto del agua superficial como de la subterránea, que no se termina de abordar.