El Instituto Tecnológico Metalmecánico AIMME ha desarrollado una serie de protocolos de actuación para la degradación de contaminantes emergentes en aguas.
Los contaminantes emergentes son una serie de sustancias que provienen de múltiples productos de uso cotidiano como medicamentos, detergentes, higiene doméstica y personal, fitosanitarios, etc.
Las plantas depuradoras de aguas residuales no están diseñadas para tratar este tipo de sustancias, lo que está aumentando su presencia en las aguas superficiales.
En la actualidad no se conocen todos los efectos que pueden causar los contaminantes emergentes en el medio ambiente. Se sabe, sin embargo, que una gran variedad de estos compuestos producen efectos negativos sobre el sistema endocrino de las especies acuáticas e incluso en su sistema sexual.
Una de las cuestiones más preocupantes para el medio ambiente de este tipo de contaminantes es que no sólo son peligrosos en su estado original, sino que también lo pueden ser durante el proceso de su degradación, de ahí la necesidad de desarrollar protocolos de tratamiento con los que conseguir su eliminación de la manera más inocua posible.
AIMME está validando estos protocolos a través de la planta piloto de la que dispone. De este modo se optimizan procesos y diseñan metodologías de tratamiento que podrán ser transferidos a plantas de tratamiento de aguas urbanas (EDARs) e industriales.
Por ahora la Unión Europea ha regulado 45 sustancias de este tipo. Otras, como los pesticidas, ya se encuentran sujetos a legislación. Pero todavía queda un gran número de estas sustancias por regular tanto a nivel europeo como nacional.