La gestión del ciclo urbano del agua en España atraviesa uno de sus mejores momentos. Sin embargo, existe un amplio margen de mejora en el que SUEZ quiere anticipar sus esfuerzos para enfrentar los retos del sector.
Xavier Armengol, director de desarrollo de negocio de agua de SUEZ España, expone en esta entrevista las claves de la compañía en la aplicación de soluciones avanzadas en la gestión hídrica en las ciudades.
P.- En primer lugar, y a modo de introducción, nos gustaría conocer su trayectoria profesional en el sector del agua.
R.- Tras completar mi licenciatura en Matemáticas, empiezo mi carrera profesional trabajando con modelos matemáticos de simulación hidráulica. En los 90 y durante diez años participo en múltiples proyectos de ingeniería y automatización. Mis primeros años son, por tanto, muy técnicos y cercanos a la ingeniería y a los sistemas de automatización y control.
En el año 2003 creo una empresa vinculada a la ingeniería y el medio ambiente, y pasados unos años, me reincorporo al grupo AGBAR, donde he sido director de desarrollo de negocio de diferentes empresas tecnológicas. En 2013 se me asigna la dirección del mercado de ciclo urbano de Aqualogy, y desde principios de este año, llevo la dirección de desarrollo de negocio de SUEZ en España.
¿En qué situación se encuentra España en la gestión del ciclo urbano del agua?
El servicio que prestan los operadores de agua urbana en España es muy bueno. Nos encontramos, sin embargo, en un momento en que las aguas de mejor calidad están ya comprometidas, en que cada vez son mayores las demandas de garantía y calidad del agua suministrada y en que conceptos como sostenibilidad o economía circular se sitúan en primer plano.
En este contexto, los operadores sólo podremos seguir prestando un servicio cada vez más excelente a los ciudadanos con unos costes cada vez más reducidos, si apostamos fuertemente por la innovación, incorporamos las mejores tecnologías disponibles y persistimos en la mejora continua de nuestros procesos. Pero para ello es imprescindible una financiación adecuada. Y lamentablemente, en nuestro país, la tarifa del ciclo integral del agua no sólo no cubre los costes del servicio, incluyendo los de operación, mantenimiento y reposición de las infraestructuras, sino que la ausencia de normativa y de metodología para la revisión de tarifas impide eliminar la subjetividad en la valoración de expedientes tarifarios, muchas veces, por tanto, sujetos a la discrecionalidad política en su aprobación.
La inversión pública en construcción y mantenimiento de infraestructuras ha caído drásticamente en los últimos años. ¿Cuáles son los principales riesgos en esta coyuntura?
Creo que es un tema francamente preocupante. Sus causas hay que buscarlas en la coyuntura económica y, de nuevo, en el hecho de que las tarifas del agua cubren únicamente una parte de los costes de operación y mantenimiento y no recogen las inversiones en renovación de infraestructuras hidráulicas.
Los riesgos son los obvios: sin fuentes de financiación para la renovación de infraestructuras no es posible renovarlas. Éstas envejecen y con ello se produce un aumento de los costes de mantenimiento —cuyas partidas también se han visto recortadas—, un empeoramiento de la calidad del servicio y un impacto negativo en sostenibilidad.
Pero aunque es cierto que la inversión pública ha descendido a causa de la situación económica, las empresas no hemos dejado de invertir. Nosotros, por ejemplo, en los últimos años hemos desarrollado inversiones del orden de 150 millones de euros al año en el ámbito del agua potable y también, fundamentalmente, del saneamiento. Es básico, por tanto, que los fondos de renovación se mantengan, que su eliminación no se utilice para bajar tarifas.
Si además de los riesgos queremos hablar de soluciones, sin ninguna duda disponemos de dos potentes herramientas: arreglar el déficit tarifario existente y profundizar en los mecanismos de participación público-privada.
Hablemos del marco legislativo-normativo. El sector reclama con frecuencia reformas en este sentido, ¿cuál es su postura a este respecto?
Existen demasiados niveles de administración con competencia en aguas sin la adecuada organización y coordinación de criterios
En primer lugar, existen demasiados niveles de administración con competencia en aguas sin la adecuada organización y coordinación de criterios. Además, en España, hay alrededor de ocho mil municipios, cada uno de ellos con diferentes exigencias, niveles de servicio y modelos retributivos.
Sería muy importante disponer de una legislación de ciclo urbano del agua que regule garantías en estándares de calidad del servicio y en las metodologías tarifarias atendiendo a la Directiva Marco. Todos los servicios deberían poder medirse, compararse y retribuirse utilizando parámetros análogos.
¿Cuál es la posición de SUEZ Advanced Solutions en el mercado español del ciclo urbano del agua?
Los retos a los que nos enfrentamos las empresas de agua no son menores. Redes al límite de su vida útil; incrementos muy significativos de los costes energéticos, que ya suponen el segundo coste para las operadoras; presión para reducir las tarifas; aparición de nuevos canales de interacción con los ciudadanos; necesidad de un uso sostenible de los recursos hídricos y muchas veces su reúso, impacto de los lodos y su valorización, etc.
Hace casi una década nos anticipamos y creamos una línea de negocio que nos permitió poner en el mercado nuestro modelo de gestión. Creímos, y seguimos creyendo, que es más necesario que nunca aportar tecnología, conocimiento e innovación en torno al agua. Durante estos años hemos consolidado esta apuesta estratégica de desplegar, transferir y compartir las soluciones tecnológicas que sirven para dar respuesta a todos esos retos y, en general, al gran desafío que presenta la gestión del agua en el mundo.
De esta manera, nuestra marca de soluciones avanzadas se ha convertido en un éxito tanto a nivel nacional como internacional.
¿Qué soluciones tecnológicas específicas aporta SUEZ Advanced Solutions a los gestores del ciclo integral del agua?
Nuestras soluciones avanzadas las hemos ordenado en seis grandes familias. Gestión de Activos, Economía Circular, Calidad Ambiental, Gestión de Ingresos, Smart Metering y Smart Water.
Ante unos activos cada vez más envejecidos, unos recursos hídricos estresados y unos costes energéticos significativos disponemos de soluciones que permiten a nuestros clientes incrementar la vida útil de sus activos, reducir sus costes y optimizar sus inversiones.
Proveemos las tecnologías más avanzadas y adecuadas para el tratamiento de las aguas y los lodos de aguas potables y residuales procurando el cumplimiento de la regulación, el balance adecuado de la inversión y costes operativos, la valorización de los subproductos y minimizando el impacto de los lodos.
Aseguramos la calidad ambiental mediante soluciones que nos permiten obtener un control total de los compartimentos ambientales.
Una gestión eficaz de los ingresos significa reducir las pérdidas de facturación y atender a la transición digital de los sistemas de información para generar un mayor valor de los datos del ciclo comercial.
Nos hemos posicionado como referente en soluciones de Telelectura.
Y finalmente, la innovación constante nos permite transformar el modelo de gestión del agua y saneamiento. Tanto por la capacidad de incrementar el volumen de información que obtenemos de nuestros activos como por el valor que obtenemos de su análisis.
Todas estas soluciones las proveemos utilizando diferentes modelos de colaboración. Realizamos proyectos de transformación, contratos de operación y mantenimiento y lo que hemos denominado water as a service.
Usted es también un experto en Smart Cities. ¿Cuáles diría que son los retos a los que se enfrentan los servicios urbanos?
Creo que el principal reto es entender y conectar bien las necesidades de los ciudadanos y las administraciones públicas, en un marco de innovación en el que las ciudades impulsen aún más la sostenibilidad. El objetivo final debe ser hacer de las ciudades espacios más verdes, accesibles, fluidos y que se adapten a las necesidades de su población, de modo que ésta perciba a la administración como un actor proactivo y relevante en sus vidas.
Estamos ante ciudades con entornos cada vez más complejos y desafiantes. El 50% de la población actualmente vive en ciudades y se prevé que este número aumente hasta un 66% en 2050. A este aumento de la urbanización, debemos sumar un aumento de las expectativas de la calidad de vida a la vez que una restricción de los recursos financieros. Todo ello en un entorno de competencia internacional entre ciudades para atraer residentes, visitantes, negocios e inversiones.
Los servicios urbanos debemos acompañar a las ciudades en este nuevo paradigma, integrando soluciones innovadoras que permitan monitorizar aspectos que impactan en la vida de los ciudadanos y actuar sobre ellos.
En definitiva, el reto es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, promover la economía circular y hacerlo empleando de forma eficiente la tecnología disponible en cada momento y mediante procesos de participación ciudadana.
Nuestro punto de partida, en SUEZ España, es el Smart Water, que significa, en mi opinión, satisfacer la demanda, atendiendo tanto a criterios cuantitativos como cualitativos, con niveles de inversión, mantenimiento y operación mínimos y niveles de resiliencia adecuados. Y a la vez que profundizamos en la gestión inteligente del agua, apalancarnos en las infraestructuras que dicha gestión demanda para la expansión hacia servicios de valor añadido en otros ámbitos, tanto para la mejora medioambiental del entorno como para generar soluciones que empoderen, resuelvan de una manera más conveniente, efectiva o rápida una necesidad e involucren al ciudadano y que, en definitiva, mejoren su calidad de vida.
