La Confederación Hidrográfica del Ebro, organismo autónomo adscrito al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), informa que el martes, 4 de noviembre, se realizará una crecida controlada aguas abajo del sistema de embalses Mequinenza-Ribarroja-Flix, en Tarragona. Este desembalse responde a lo fijado por el nuevo Plan Hidrológico de la Demarcación del Ebro que establece en el tramo final del río dos crecidas puntuales al año para “renaturalizar el régimen de caudales y especialmente para la reducción de la invasión de macrófitos”, con lo que esta maniobra se incluye en la medida de garantía y mantenimiento de caudales ecológicos, una de las novedades del Plan.
Además, se cumple el protocolo fijado con Endesa para el control de macrófitos o plantas acuáticas. La operación se desarrollará, según lo previsto, entre las 9:00 horas y las 23:00 horas del 4 de noviembre y el caudal máximo que se alcanzará es de 1.200 m³/s. Este desembalse se puede seguir a través de la página web de la Confederación Hidrográfica del Ebro, www.chebro.es en el enlace del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH).
Este desembalse busca conseguir un caudal lo más sostenido posible gracias a la confluencia, aguas abajo de Ascó, de tres puntas de crecida. Así, a las 9:00 horas se realizará un desembalse, durante media hora, de hasta 800 m³/s. Esta operación se repetirá a las 10:00, y a las 11:00 comenzará el aumento de las salidas hasta alcanzar a las 11:30 horas los 1.200 m³/s que se mantendrán hasta las 13:30 horas; después descenderán progresivamente.
La adaptación de este hidrograma es el resultado de la colaboración de expertos en la mejora de estos protocolos, entre ellos, miembros de la Universidad de Lleida. El Organismo de Cuenca busca con esta acción recrear el efecto natural de los caudales de crecida necesarios para evitar estas proliferaciones.
Estos desembalses se realizan normalmente en primavera y otoño, en función de la disponibilidad de agua en el embalse de Mequinenza y se controlan para no causar afecciones aguas abajo. Los efectos de la crecida de los caudales se notarán principalmente en el meandro de Flix, Ascó y Vinebre. A partir de Mora d´Ebre la laminación natural de la crecida disminuirá su efecto.
La Confederación ha realizado seguimientos de la presencia de plantas acuáticas, principalmente en este tramo bajo del Ebro y controla anualmente la población de macrófitos en los desembalses controlados, siguiendo tanto la cobertura, como las especies presentes antes y después de cada crecida programada desde el año 2002.
Hay que recordar, además, que la Confederación sigue participando junto a Endesa, la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós (ANAV), expertos de la Universidad de Lleida y de la Universidad de Girona, en un grupo de trabajo para estudiar el problema del avance de los macrófitos en este tramo de río y el efecto sobre ellos de estos desembalses controlados.