La capacidad de algunas especies vegetales para acumular metales pesados ha permitido que éstas lleguen a ser atractivas desde el punto de vista ambiental tanto para su utilización como biomonitores como alternativa para descontaminar. En las últimas décadas el uso de este tipo de técnicas ha experimentado un importante auge debido, entre otros factores, a su bajo coste, facilidad de implantación y su respecto por el medio ambiente.
Pero en muchos casos, los estudios llevados a cabo para el desarrollo de estas tecnologías son realizados mediante pruebas de laboratorio o en condiciones semicontroladas, existiendo la posibilidad de que los resultados obtenidos en dichos ensayos lleguen a estar muy alejados del verdadero comportamiento que una planta muestra en un escenario real.
La macrófita Typha domingensis era la que mostraba mejores indicios de poseer una alta capacidad de acumular metales pesados en sus tejidos.
La zona de estudio del trabajo de investigación se encuentra localizada en las riberas del río Valdeazogues el cual discurre dentro de la Comarca minera de Almadén, conocida por ser el mayor yacimiento de mercurio del mundo y cuya explotación de este metal se ha estado llevando a cabo durante más de 2000 años. Además del mercurio, también ha existido minería de otros metales como el plomo, cobre y zinc.
Para la realización de este estudio, primeramente se llevó a cabo la recogida de muestras de diferentes especies de ribera para conocer de forma preliminar su capacidad de acumulación de mercurio y su potencial capacidad como fitotecnología. En total fueron 5 especies las escogidas; 3 de ellas correspondían a arbustos de ribera: adelfa (Nerium oleander), taray (Tamarix canariensis) y tamujo (Flueggea tinctoria) y las otras dos a las denominadas macrófitas acuáticas: enea (Typha domingensis) y carrizo (Phragmites australis). Una vez obtenidos los resultados, se pudo observar que de entre todas las especies recogidas, la macrófita Typha domingensis era la que mostraba mejores indicios de poseer una alta capacidad de acumular metales pesados en sus tejidos.
De esta forma, se continuó con el estudio en profundidad sobre el comportamiento de esta especie y su acumulación en diversos metales (mercurio, plomo, cobre y zinc) en diferentes órganos de la misma. A su vez, dichos valores eran comparados con los registrados en los sedimentos en los que la enea crecía, para de este modo conocer cuánto de eficiente era su absorción.
Los resultados obtenidos demuestran que la mayor acumulación de metales en Typha domingensis se lleva a cabo en la parte radicular, llegando incluso en algunos casos a superar los umbrales de concentración que resultan tóxicos para otras especies vegetales. Además, si se comparan estas concentraciones con la de los metales disponibles en el medio, se observa que existe un alto rendimiento en la acumulación de los mismos pese a que en algunos casos dichas concentraciones son muy bajas, lo que determina que la macrófita Typha domingensis puede ser una especie muy interesante para su empleo como fitotecnología en condiciones de campo de climas semiáridos.
