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La recuperación ambiental del río Segura descubre una inscripción en el Puente Viejo de Murcia

  • Puente Viejo de Murcia
    Puente Viejo de Murcia
  • El organismo de cuenca constata en sus trabajos arqueológicos que el arquitecto Jaime Bort colocó la última piedra de la obra el 15 de agosto de 1740.

Sobre la Entidad

Confederación Hidrográfica del Segura
La Confederación Hidrográfica del Segura es un organismo de cuenca intercomunitaria, creado mediante de Real Decreto el 5 de marzo de 1926 para gestionar las aguas de su demarcación hidrográfica.

Los trabajos de recuperación ambiental que se han llevado a cabo en el río Segura a su paso por Murcia han permitido sacar a luz de nuevo una inscripción que demuestra que los arcos del Puente de los Peligros de Murcia fueron terminados el 15 de agosto de 1740. Este descubrimiento se ha producido gracias la labor de un equipo de arqueólogos que ha hallado una prueba de que el Puente Viejo de Murcia cumplirá este verano 275 años.

En concreto, este grabado conmemorativo está colocado en la clave de la bóveda del arco septentrional del Puente de los Peligros, y dice DIA DE NVESTRA SEÑORA DE LA ASVMCION SE PVSO LA VLTIMA PIEDRA AÑO DE 1740. Como dice la leyenda, con esa fecha cristiana tan simbólica (15 de agosto) se conmemora la terminación de los arcos del puente. Aquella lápida fue colocada por orden del director de la obra, en aquellos momentos Jaime Bort, que había sido contratado para terminar el puente, tras la muerte de Toribio Martínez de la Vega. La inscripción, en letra capital cuadrada con los signos y abreviaturas propias de la época, está grabada sobre dos sillares consecutivos de 0,84 y 0,72 metros de longitud, respectivamente, y 0,41 metros de altura.

A lo largo de la historia, Murcia se ha visto afectada por numerosas riadas, una de las cuales destruyó en 1701 el antiguo puente. Tras este desastre, surgió la imperiosa necesidad de construir una nueva infraestructura más resistente. El maestro Toribio Martínez de la Vega, figura clave en el nuevo proyecto, presentó como solución un puente de dos ojos (el anterior tenía tres) que presentaba una notoria elevación que permitía salvar las situaciones de peligro provocadas por las riadas. Esta elevación de la estructura es perfectamente visible a día de hoy, ya que se aprecian claramente las cuestas que hay al final de la Gran Vía y justo al finalizar el puente en dirección a la plaza Camachos. Las obras se subastaron en 1704, pero no comenzaron a ejecutarse hasta 1717. La construcción del puente no concluye, tras varias largas interrupciones y algunas modificaciones, hasta 1742 con el concurso final del arquitecto Jaime Bort (1739-1742).

Recuperación del patrimonio

Si bien el Puente Viejo ha sido objeto de estudios muy valiosos, durante las obras de dragado del río también se han llevado a cabo otros trabajos que han permitido una recuperación integral del patrimonio hídrico e histórico con el que cuenta la ciudad de Murcia. Así, otra de las actuaciones significativas ha permitido liberar de sedimentos el “gallardo” de los Molinos Nuevos, es decir, el canal que conduce el agua desde el azud del puente hasta las compuertas de los molinos.

Por otro lado, el trabajo de campo de los arqueólogos ha servido para conocer en profundidad el azud que hay bajo el Puente de los Peligros. Durante un breve periodo de tiempo se ha dejado el azud en seco, lo que ha permitido verificar la fidelidad de la ejecución de la obra que reflejan los planos de Martínez de la Vega.

Todas estas actuaciones de recuperación realizadas por la CHS sobre las infraestructuras hídricas han permitido conocer mejor la historia de la propia ciudad de Murcia, así como la evolución histórica de la urbe en torno al río Segura.

El proyecto de recuperación ambiental del río Segura, iniciado en marzo de 2014 y finalizado en mayo de 2015, ha sido promovido por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y ha contado con un presupuesto de 4,2 millones de euros. Gracias a estos trabajos, se han extraído más de 150.000 toneladas de sedimentos, lo que permite al río llevar un mayor caudal y prevenir el riesgo de inundaciones.

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