La Unió de Llauradors ha cifrado en más de 500 millones de euros las pérdidas en el campo por sequía y pedriscos en 2014, "sin apenas ayudas para compensarlas", y ha incluido el veto ruso a exportaciones agrícolas europeas entre las "grandes cuestiones del año agrario".
En un comunicado, ha indicado que todos los sectores se han visto "afectados o amenazados" por la sequía, como el almendro, olivo, cereal, viña, ganadería extensiva y también cítricos o fruta por la disminución del nivel de los acuíferos y la salinización de los pozos de riego, el incremento de riegos, coste energético y plagas y la pérdida en cantidad y calidad de la producción.
Desde La Unió han señalado que, pese a la magnitud de los daños, "las únicas ayudas a que han optado los agricultores y ganaderos valencianos son para carencia o financiación del coste de los avales en préstamos" y, por tanto, para "endeudar aún más los maltrechos bolsillos de los productores".
En cuanto al veto ruso, han criticado que las ayudas "han beneficiado a los productores centroeuropeos y han dejado fuera producciones importantes donde habrá pérdidas directas por el retroceso en el consumo", punto en el que subrayan que "ni la granada ni el limón tienen ayudas pese a las demandas del sector".
Entre las "preocupaciones" de cara a 2015, citan la aplicación de la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) 2014-2020, que implica "un nuevo recorte en las ayudas", así como "ausencia de medidas para paliar crisis de mercados, poca atención a la ganadería y posibilidad de que accedan cazaprimas y absentistas a las ayudas".
Según La Unió, la supresión de ayudas a quienes perciben menos de 300 euros --aprobada en Conferencia Sectorial con el voto favorable de la Conselleria de Agricultura, subraya--, hará que unos 33.000 valencianos dejen de percibir ayudas de la PAC progresivamente a partir de 2015. Por este motivo, ha pedido a la Conselleria que "arbitre fórmulas efectivas para evitar esta medida perjudicial".