Augas de Galicia ha señalado que tiene detectados "incumplimientos" en seis depuradoras gallegas que vierten en el litoral, las de Vigo, Pontevedra, Corme, Cariño, Burela y Foz.
Preguntado por la diputada del BNG Ana Pontón sobre el funcionamiento de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) que vierten en el litoral y sus niveles de calidad, el director del ente público, Gonzalo Mosquera, ha destacado que la "solución" a estos problemas "pasa por la colaboración de los gestores de las redes" de saneamiento, "que son los ayuntamientos".
Así, en la comisión de medio ambiente del Parlamento, el responsable de Augas ha explicado que, en el caso de la ciudad del Lérez, "el sistema de saneamiento no funciona adecuadamente", con "numerosos vertidos a lo largo de la red" motivados por su "colapso".
"El nuevo periodo de fondos europeos" prevé actuaciones necesarias "para optimizar" el sistema y garantiza la financiación
Esto, según ha detallado, se debe a las "importantes infiltraciones" que se producen "incluso en tiempo seco", y conlleva que el funcionamiento "no sea el que debería ser".
Con todo, y ante los reproches de la parlamentaria nacionalista, Mosquera ha reivindicado que en materia de depuración se dieron "pasos de gigante" y los técnicos del organismo cuentan con la "experiencia" para continuar esta labor.
Además, ha resaltado que "el nuevo periodo de fondos europeos" prevé actuaciones necesarias "para optimizar" el sistema y garantiza la financiación.
"Decir que el problema se reduce a seis depuradoras me parece una frivolidad y una falta de respeto a la Cámara", le ha reprochado Pontón en el turno de réplica, tras advertir de las consecuencias que tiene sobre el medio ambiente y sobre el ser humano la existencia de "muchos focos de contaminación" en la comunidad.
Obras en Pontevedra
Anteriormente, a través de otra pregunta en la misma comisión, la socialista Patricia Vilán preguntó al director de Augas por las actuaciones sobre el emisario submarino de la EDAR de Os Praceres, y el vertido el pasado 11 de febrero en la ría de Pontevedra.
Gonzalo Mosquera ha explicado que la reparación de ese emisario era "imprescindible" porque el tramo final "estaba dañado" y era "inservible", por lo que la administración autorizó un vertido previa imposición de condiciones al explotador del sistema de saneamiento.
Esos vertidos, según ha aclarado, "no eran una necesidad, sino una posibilidad" que dependía, entre otros factores, de la duración de las obras. La autorización de los mismos con el consecuente establecimiento de requisitos pretendía, precisamente, según ha subrayado, "minimizar" sus eventuales efectos.
Y, al respecto de las consecuencias del vertido que se produjo, Mosquera ha indicado que los resultados de las analíticas efectuadas por el Intecmar sobre mejillón y almeja en los días posteriores arrojaron que "no causó afección significativa sobre la actividad marisquera".