El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha anulado la concesión de la empresa público-privada para gestionar el agua en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) porque considera que la administración no justificó suficientemente su decisión de no convocar concurso público para adjudicar el contrato.
El fallo no es firme, ya que cabe recurso ante el Tribunal Supremo, lo que prevé hacer la empresa mixta, formada en un 70% por Aigües de Barcelona (Agbar), un 15% por la AMB y un 15% por Criteria, que hasta que el Supremo no se pronuncie seguirá gestionando el servicio del agua como hasta ahora.
La sentencia del TSJC argumenta que no se expresaron "razones técnicas bastantes ni hay derechos de exclusiva impeditivos de la concurrencia competitiva, ni existe valoración fiable del coste económico que, por su efecto disuasorio, justifique la renuncia a la concurrencia".
El fallo no es firme, ya que cabe recurso ante el Tribunal Supremo
Así, el TSJC anula la resolución de la AMB porque "no se han respetado los principios que rigen la contratación pública" al adjudicar directamente el contrato por medio de un procedimiento sin publicidad.
El presidente de la Mesa ha emitido un voto particular contrario a la sentencia porque considera que el fallo debería haber sido desestimatorio de la demanda, presentada por Aguas de Valencia.
Argumenta que la titularidad privada -con inversiones realizadas por Agbar durante casi un siglo- de toda la red de abastecimiento a los municipios afectados, cifrada en unos 500 kilómetros de conducciones, "impedía promover una concurrencia real y efectiva".
Entiende que la sentencia apunta en la dirección de expropiar los derechos de Agbar para abrir un concurso público, y defiende que el objeto del litigio se limita a establecer si era o no posible promover la concurrencia en función de las circunstancias que existían cuando se adoptó la resolución impugnada "y no mediante una hipotética y aleatoria modificación de las mismas".
Actualmente, Agbar gestiona el ciclo integral del agua, desde la captación hasta la potabilización, transporte y distribución, además del saneamiento y la depuración de aguas residuales para su retorno al medio natural o su reutilización, dando servicio a más de tres millones de personas en el Área Metropolitana de Barcelona.