El informe anual de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) sobre la situación del acuífero de Doñana, presentado este martes en la Comisión de Aguas del Consejo de Participación del Espacio Natural -que tiene Pleno programado para el próximo 8 de julio- incide en la necesidad de tomar medidas en tres de las cinco grandes masas hidrológicas en las que se divide el mismo, ante el "mal estado" que presentan las mismas en cuanto a su nivel freático.
Las conclusiones del informe, al que ha tenido acceso Europa Press, remarcan que, si bien el acuífero está en una situación "acorde con la pluviometría" del año 2014-15 -un segundo año seco consecutivo, con precipitaciones de 413 milímetros frente a una media de 553-, los análisis anteriores permiten sectorizar espacialmente su estado en tres grandes categorías.
En la primera, se distingue una zona con un estado piezométrico acorde con la pluviometría o mejor y sin tendencias descendentes significativas. Ésta se sitúa sobre la franja continua que agrupa al litoral, el cordón dunar y las arenas fijas y el ecotono de contacto con la Marisma, así como la mayor parte del acuífero confinado y el Arroyo de la Rocina.
El informe anual de la CHG sobre la situación del acuífero de Doñana incide en la necesidad de tomar medidas en tres de las cinco grandes masas hidrológicas en las que se divide el mismo, ante el "mal estado" que presentan las mismas en cuanto a su nivel freático
Luego, existe un entorno con un estado "algo inferior" al que cabe esperar en función de las lluvias caídas o con una tendencia descendente significativa al 95 por ciento o próxima a ella. Incluye los sectores Norte y Cabecera Norte de Doñana, en la parte libre del acuífero detrítico y el sector confinado del acuífero de Villamanrique.
Por último, se alude a una zona con una estado "marcadamente inferior" al que cabe esperar de la pluviometría o con una tendencia descendente significativa al 99 por ciento: está formada por una banda de orientación Suroeste-Noreste, con una anchura de entre cinco y diez kilómetros, que bordea los límites del Parque Nacional entre el Cortijo del Alamillo y El Rocío -salvo el Arroyo de la Rocina- y continúa desde allí hasta Villamanrique de la Condesa.
Aparecen dos grandes conos de depresión con relación a las cotas medidas en 1995, uno situado al Norte de El Rocío y otro al Sur de Villamanrique. Comprenden los sectores Norte y Sur del Arroyo de la Rocina, Norte del Rocío-Villamanrique, Sector Intermedio, Ecotono Norte y Sur de Villamanrique-acuífero libre.
El análisis permite afirmar que el actual grado y modo de explotación de los recursos subterráneos en una parte "significativa" de la masa de agua, de mantenerse, "comprometería el buen estado de la misma y de los ecosistemas terrestres que dependen de ella".
Aplicando el nuevo Plan Hidrológico se puede expresar asimismo que el actual grado y modo de explotación de los recursos subterráneos en una parte significativa de tres de las cinco masas que forman el sistema "impide que éstas alcancen el buen estado cuantitativo".
Se extrae más agua de la que se puede
"No podemos perder de vista que la zona se encuentra en situación de año seco", ha especificado a Europa Press el jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica de la CHG, Víctor Cifuentes, que, con todo, sí alude a que en las masas de agua en peor estado el principal problema es que "se extrae más agua de la que se puede". Las otras dos láminas, que atañen al Parque Nacional y gran parte del Natural, "sí tienen un estado normal, como le toca según las precipitaciones".
Ante esta situación, el Plan Hidrológico prevé medidas que ya están siendo aplicadas por el organismo de cuenca, como la adquisición de la Finca de Los Mimbrales para dar un "respiro" al acuífero de siete hectómetros cúbicos, o el trasvase de 4,99 hm3 en la parte de la cabecera del Arroyo de La Rocina que linda con la Demarcación de Tinto, Odiel y Piedras, a lo que se sumará otro nuevo trasvase de hasta 15 hm3.
El principal problema aquí puede ser la lentitud de las medidas previstas, según Cifuentes, si bien en 2018 ya podrían darse niveles más altos de los correspondientes por la pluviometría, de seguir aplicándose las iniciativas del Plan Hidrológico.
Zonas de bajada "brutal"
Ante todo ello, la asociación conservacionista WWF ha solicitado este martes la declaración del acuífero 'en riesgo' o sobreexplotado, dado que el informe muestra que el acuífero de Doñana "continúa su progresivo deterioro" y que las administraciones no han tomado las medidas oportunas para frenarlo. "Hay una tendencia descendente, la gran mayoría bajando a un ritmo de año a año, con zonas marcadas de bajada brutal", ha precisado a Europa Press el responsable de Agricultura y Medio Ambiente de WWF en Doñana, Felipe Fuentelsaz.
Los datos vienen a confirmar la "mala situación" del acuífero, que preocupa a la Comisión Europea, "como ha quedado claro en el dictamen sobre el procedimiento de infracción sobre España por la situación del acuífero, hecho público recientemente".
