Las membranas de MF y UF no son infalibles. Resultan eficaces para retener partículas pero cojean a la hora de retener MOD, materia orgánica disuelta. Y es que todo no se puede tener. Para conocer la estrategia para conseguir el objetivo de la membrana conversamos con Benoit Lefèvre, investigador y gerente de proyecto de desarrollo en CETaqua, un apasionado de los sistemas híbridos.
Benoit, tengo entendido que la mayoría de la materia orgánica disuelta o MOD permea completamente a través de la membrana de MF y UF. ¿Qué estrategias se usan para eliminarla?
Una de estas consiste en asociarla con una fase particulada que sí sea retenida por esta membrana.
¿De qué manera se podría conseguir?
Básicamente mediante la inyección, en el mismo canal de la alimentación, justo antes de la membrana, una sustancia capaz de retener la MOD por coagulación, adsorción o intercambio iónico.
Los sistemas híbridos son útiles para la eliminación parcial de la membrana, ¿no es así?
No solo eso, también tienen un beneficio adicional: pueden mantener y mejorar la permeabilidad de la membrana gracias a la formación de una torta que limita la adsorción de la MOD en los poros de la misma.
Veo que el tamaño de las partículas es determinante...
Sí, de hecho, cuando se utilizan membranas de fibra hueca con flujo de dentro afuera, es muy importante seleccionar de manera adecuada el tamaño de la partícula con la que la MOD se asocia, ya que las más pequeñas podrían obstruir las mismas fibras.
¿Hay alguna pauta para seleccionar el tamaño de forma adecuada?
El diámetro de las partículas debe ser inferior a una quinta parte del diámetro interior de la fibra, esta es la pauta.
Bien, entiendo que lo que me ha expuesto, son las medidas preventivas contra el ensuciamiento de la membrana. Sin embargo, ¿imagino que también es necesaria una limpieza periódica?
Efectivamente. Es preciso llevar a cabo limpiezas periódicas para eliminar los agentes ensuciadores. Cuando se producen desviaciones, sobre un 10-15% respecto a los valores de diseño, ya sea de la PTM, el caudal de permeado o el paso de sales.
¿Me puede detallar un poco más el proceso de limpieza de la membrana?
Siguiendo las indicaciones de los fabricantes de membranas, es importante no dañarlas. Hay dos tipos de limpieza: física o química. La física se basa en métodos mecánicos, y la química en la adición de reactivos.
¿Cómo funciona la limpieza física?
La más común es el contralavado (backwash), en el que se invierte el sentido del flujo de permeado, eliminando por arrastre las sustancias depositadas sobre la membrana. El ensuciamiento que se extrae se denomina ensuciamiento físicamente reversible.
Intuyo que la limpieza física es algo más suave que la química.
Sí, va bien encaminado. Aunque se puede aumentar la eficacia del contralavado añadiendo aire o reactivos químicos. Entonces, hablaríamos de contralavado potenciado químicamente (o Chemical Enhanced Backwash, CEB en inglés).
La limpieza química es, por fuerza, más agresiva que el contralavado. ¿De qué se trata?
Se hace mediante un proceso de remojo in situ de disoluciones químicas a través de las membranas o de remejo in situ de estas disoluciones químicas muy potentes, capaces de eliminar los depósitos que forman el ensuciamiento.
¿Con qué frecuencia se hace una limpieza química?
Es muy variable, depende del agua de alimentación, el tipo de membrana y la naturaleza del ensuciamiento. Después de la limpieza, se hace el aclarado. El agua sobrante siempre se desecha, para que no quede ningún resto de producto químico en la línea de agua de salida.
¿Y en el caso de la limpieza física?
Esta, al ser menos agresiva, puede hacerse incluso varias veces al día.