El director general de Desarrollo Rural del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural (DAAM), Jordi Sala, ha participado en Amposta, en la inauguración de la jornada sobre 'Salinidad, producción del arroz y plan hidrológico', que organiza la Comunidad de Regantes de la derecha del Ebro.
En el transcurso del acto, Jordi Sala se ha referido al Delta como un modelo de gobernanza de la complejidad, y haciendo un breve repaso histórico, señaló que "el Delta ha llevado a cabo en las últimas décadas un paso adelante considerable. La consolidación del cultivo del arroz apoyado por ayudas comunitarias ha permitido fijar un modelo agrícola rentable y de calidad, que a su vez ha ayudado a situar el Delta como uno de los espacios húmedos más importantes del Sur de Europa, al que a su vez ha generado un importante flujo turístico hacia la zona, que ha dado un mayor reconocimiento en el Delta y sus productos, creando así un círculo virtuoso".
Ahora bien, como ha añadido Sala, "este modelo también tiene sus amenazas: unas vienen del pasado, la construcción de embalses río arriba ha disminuido significativamente la aportación de sedimentos; otros son a corto plazo la aparición de una de las especies invasoras más peligrosa, el caracol manzana, que de momento se está controlando. Y a más largo plazo, la propia dinámica del Delta, que, al ser un delta relativamente joven, aunque se puede considerar que está en periodo de asentamiento, lo que quiere decir de hundimiento, y un nuevo fenómeno como es el cambio climático , que, si bien todavía no suficientemente conocido en cuanto a sus consecuencias, en todos los modelos se prevé una subida del mar con afectación directa a tierras bajas como son los deltas. Y ambas tendencias llevan a una misma conclusión: el previsible incremento de la cuña salina. Y la gran lucha de campesinos del la zona ha sido siempre reducir los niveles de salinidad de los terrenos para hacerlos aptos para el cultivo".
El director general de Desarrollo Rural también ha puesto de manifiesto que "otro de los efectos del cambio climático es la afectación del régimen de lluvias, que si bien, también a nivel de modelos, para el área mediterránea, no prevén grandes cambios cuantitativos, sí lo hacen en cuanto a su distribución en el tiempo, yendo hacia episodios más extremos, lo que puede repercutir en los caudales del río, y de hecho estos últimos años hemos visto capitales anormalmente altos; aspecto que también habrá que considerar en la redacción del Plan Hidrológico de cuenca actualmente en revisión ".
Y ante estos escenarios, como ha constatado finamente Jordi Sala, "la mejor política es la de la anticipación. Mirar qué han hecho otros países en situaciones determinadas, lo que ya se está haciendo, pedir la opinión de los expertos, como se está haciendo en estos jornadas, o poner en marcha proyectos de investigación como se está haciendo desde el Departamento de Agricultura a través del IRTA, que actúa como coordinador de un proyecto LIFE que plantea una gestión integrada del agua, los sedimentos y hábitats en una zona tan sensible como el delta del Ebro, y que tiene la El objetivo múltiple de optimizar la elevación del suelo, reducir la erosión costera, aumentar la fijación de carbono en el suelo, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y mejorar la calidad del agua".