El estanque Closell, situado en el término municipal de Lladorre, en el Parque Natural del Alto Pirineo, ha recuperado su transparencia natural gracias al desarrollo del proyecto LimnoPirineus, enmarcado dentro del programa LIFE de la Unión Europea y coordinado por el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB), dependiente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
El objetivo del proyecto, que se puso en marcha en el verano de 2014, es la conservación de ambientes acuáticos de alta montaña, dejando libres de peces y retornando a su estado natural un número reducido de estanques del Parque Natural de la Alto Pirineo y del Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio.
Uno de los primeros lugares donde se han impulsado tareas de restauración es el estanque Closell, en el municipio de Lladorre (Lleida). La transparencia de este estaqnue había disminuido debido a la introducción, en la década de los 80, del barbo rojo, un pequeño pez que depreda sobre la mayor parte de las especies autóctonas de los estanques (incluyendo larvas de insectos y pequeños crustáceos, como la pulga de agua). La disminución de los crustáceos que se alimentan de algas provoca, a su vez, una coloración verdosa en el agua, debida a la proliferación de algas.
Casi 24 meses después de comenzar la captura de barbo rojo en el estanque Closell, se calcula que se ha eliminado el 99% de la población
Captura del piscardo
Inicialmente, los pescadores que participan en el proyecto fueron pescando pescando a un ritmo de un millar al día. A medida que se ha reducido la población, ahora las capturas no llegan a los cuatro ejemplares capturados por semana. Los ejemplares capturados son sacrificados, mientras anfibios como tritones, ranas y sus larvas se devuelven en el estanque.
Casi 24 meses después de comenzar la captura de barbo rojo en el estanque Closell, se calcula que se ha eliminado el 99% de la población. Desde que comenzaron, hace dos años los primeros trabajos, la evolución del color verde hacia la transparencia que muestra ahora el estanque es una prueba de la eficacia de la restauración.
El cambio se debe sobre todo a la recuperación de las poblaciones de la pulga de agua, un crustáceo diminuto característico de los lagos de alta montaña que se alimenta de algas.
La introducción de los peces y sus consecuencias
Los peces no son especies autóctonas de los lagos pirenaicos, sino que fueron introducidos. Actúan como grandes predadores y su proliferación en los estanques ha diezmado profundamente las poblaciones de otros organismos como los anfibios, especies propias de los lagos de alta montaña.
Los efectos negativos que los peces causan los estanques evolucionan en función de las especies presentes. Así, con el tiempo, se producen una serie de procesos que llevan hacia la degradación acentuada del estanque. En muchos estanques primero se introdujeron las truchas. Después se introdujo accidentalmente el barbo rojo, utilizado como cebo vivo para pescar truchas. Finalmente, en algunos casos, las truchas desaparecieron y quedó en ella sólo el barbo rojo.
Los peces no son especies autóctonas de los lagos pirenaicos, sino que fueron introducidos
Cuando esto ocurre, el barbo rojo no sólo se alimenta de los organismos que viven en la zona del litoral del lago sino que también de los crustáceos que viven en medio del lago, lo que provoca así una proliferación extraordinaria de las algas.
La influencia humana en el estanque Closell
El lago Closell ha sufrido dos alteraciones importantes a lo largo del siglo XX. Durante los años 50-60, la compañía hidroeléctrica construyó una galería que pasa justo por debajo del estanque y que en alteró el nivel del agua. Más tarde, en 1969, se introdujeron tortillas y los años 80, barbo rojo. En estos últimos años, las truchas habían desaparecido del lago y sólo quedaba este pescado.
El Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), actúa como coordinador del proyecto LIFE LimnoPirineus, y como socios participan la Universidad de Barcelona, el Consejo General de Aran, el Departamento de Territorio y Sostenibilidad, y las empresas Forestal Catalana y jurel Estudios en el Medio Acuático. La Diputación de Lleida cofinancia el proyecto. Próximamente, se prevé actuar de la misma manera a los estanques de Naorte y Rovinets, también situados en el municipio de Lladorre y afectados por la misma problemática.