Para finales de este año se conocerán las alternativas para el abastecimiento de agua de boca, industria y regadío de la Ribera. Así, lo ha manifestado la consejera de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, Isabel Elizalde Arretxea, en unas jornadas celebradas esta mañana en Ejea de los Caballeros (Zaragoza), a las que ha asistido el Presidente de Aragón, Javier Lambán. Dentro de los actos programados, el director general de Desarrollo Rural, Agricultura y Ganadería, Ignacio Gil Jordán ha presentado una ponencia sobre “El regadio de Bardenas y la planificación de los regadíos en Navarra”.
La consejera ha señalado que resolver la problemática generada en torno al proyecto de Canal de Navarra es clave para la Comunidad Foral, ya que a día de hoy el proyecto es deficitario: en 2014, 8,4 millones de euros; y en 2015, 10,6 millones de euros. “Pero, antes de seguir adelante, necesitamos determinar las necesidades de agua de boca y regadío, y que la solución que se busque sea asumible en costes tanto para las Administraciones como para los usuarios. Nuestra apuesta es hacer una revisión del regadío de Navarra. Es necesario incluir a zonas que no estaban contempladas”, ha dicho la consejera. A lo largo de 2017 y 2108 está prevista la valoración de las alternativas y la redacción de los proyectos constructivos.
La definición de la estrategia en materia de agua “va a ser fruto de la interlocución con los usuarios” y sus principales claves van a ser la sostenibilidad medioambiental y económica, ha añadido la consejera.
A juicio de Isabel Elizalde, si se conoce la Ribera, “no se puede defender el proyecto de 2ª fase del Canal tal y como estaba concebido. Vosotros la conocéis bien. El Ebro, Canal de Lodosa, Imperial, Tauste, Queiles y Alhama... alternativas que se han visto bloquedas en lo últimos años”. Ignacio Gil, por su parte, ha subrayado que no podría ser asumible ni por la Administración ni por los usuarios.
La consejera Elizalde ha concluido refiriéndose al Foro del Ebro que ha promovido el Gobierno de Navarra como un espacio de participación pública y en el que se pretende trabajar durante los próximos tres años modo integral con todos los atentes implicados.
