El Consejo de Gobierno ha aprobado la revisión del Plan Hidrológico de las Illes Baleares (PHIB) correspondiente al segundo ciclo de planificación, para el período 2015 a 2020, que fue informada favorablemente el pasado lunes por el Consejo Balear del Agua, por 35 votos a favor y uno en contra. Ahora el documento se remitirá al Ministerio de Agricultura, Medio Ambiente y Alimentación para que sea aprobado por el Consejo Nacional del Agua y finalmente por el Consejo de Ministros. El PHIB es el documento que debe regir la preservación y el aprovechamiento del dominio público hidráulico de la Comunidad Autónoma de las Illes Balears en los próximos años.
Hay que recordar que el actual PHIB fue aprobado en 2013 con el consenso mayoritario de todos los sectores representados en el Consejo Balear del Agua (33 votos a favor y 1 en contra). También fue totalmente ratificado por todos los representantes del Consejo Agrario Interinsular (100% de los representantes); y fue aprobado por amplísima mayoría en el Consejo Nacional del Agua (77 votos a favor y 4 en contra). La revisión aprobada hoy da cumplimiento a la directiva marco del agua, que establece la necesidad de revisar la planificación hidrológica cada seis años a partir de 2009, con independencia de la fecha de su aprobación inicial.
Durante este segundo periodo de tramitación, el plazo de exposición pública del PHIB se cerró el pasado 17 de abril. Se han recibido un total de 20 alegaciones, frente a las 101 que se recibieron en 2013. Durante el trámite de participación pública de esta revisión se han celebrado 7 sesiones informativas con la participación de una cincuentena de instituciones y asociaciones.
Se han recibido un total de 20 alegaciones
Los principales objetivos del PHIB son garantizar el buen estado ecológico del dominio público hidráulico, satisfacer la demanda de agua, protegiendo su calidad, equilibrar y armonizar el desarrollo regional y sectorial y fomentar un uso racional de este recurso preciado.
Se trata de un plan que busca un equilibrio entre la protección del recurso y la satisfacción de la demanda. El PHIB contempla 90 masas de agua en las Illes Balears que se clasifican en cuatro categorías en función de su estado ecológico. El documento incluye una serie de medidas encaminadas a garantizar el estado ecológico del agua, tales como la reducción de la extracción de agua de pozo permitida para consumo doméstico, pasando de 500 a 400 m3/año, o la prohibición de extracción en los primeros 200 metros de la costa para evitar la salinización de los acuíferos.
También se otorga la máxima protección posible que recoge la Ley de Aguas en las 4.215,15 hectáreas calificadas actualmente como zonas húmedas de las Islas Baleares, y se recoge la posibilidad de recuperar futuras zonas, como zonas húmedas degradadas e integrarlas dentro de un proyecto urbano.
Además, el PHIB mantiene los perímetros de protección de los pozos de suministro urbano, así como la distancia mínima entre captaciones, que es de 100 metros, tal como indica la Ley de Aguas. También fomenta el uso de recursos alternativos (agua regenerada y desalada) para determinados usos con el objetivo de favorecer la recuperación y la mejora de los recursos naturales. El PHIB también recoge medidas encaminadas al uso racional y al ahorro de agua, con un objetivo de reducción de pérdidas en red del 20% antes del año 2021, impulsando que las nuevas edificaciones incluyan grifos de ahorro de agua.
Hay que decir que en la revisión del Plan se ha eliminado la posibilidad, que se recogía en 2013, de otorgar concesiones de extracción de agua subterránea para usos agrícolas y ganaderos hasta un límite de 4 hectómetros cúbicos al año.
Los principales objetivos del PHIB son garantizar el buen estado ecológico del dominio público hidráulico, satisfacer la demanda de agua, protegiendo la calidad, equilibrar y armonizar el desarrollo regional y sectorial y fomentar un uso racional de este recurso preciado.
Se trata de un plan|llano que busca un equilibrio entre la protección del recurso y la satisfacción de la demanda. El PHIB contempla 90 masas de agua en las Islas Baleares que se clasifican en cuatro categorías en función de su estado ecológico. El documento incluye toda una serie de medidas encaminadas a garantizar el estado ecológico del agua, como la reducción de la extracción de agua de pozo permitida para consumo doméstico, pasando de 500 a 400 m3/any, o la prohibición de hacer extracciones en los primeros 200 metros de la costa para evitar la salinización de los acuíferos.
También se otorga la máxima protección posible que recoge la Ley de Aguas a las 4.215,15 hectáreas calificadas|cualificadas actualmente como zonas húmedas de las Islas Baleares, y se recoge la posibilidad de recuperar futuras zonas, como zonas húmedas degradadas e integrarlas dentro de un proyecto urbano.
Además, el PHIB mantiene los perímetros de protección de los pozos de suministro urbano, así como la distancia mínima entre captaciones, que es de 100 metros, tal como indica la Ley de Aguas. También fomenta el uso de recursos alternativos (agua regenerada y desalada) para determinados usos con el objetivo de favorecer la recuperación y la mejora de los recursos naturales. El PHIB también recoge medidas encaminadas al uso racional y al ahorro de agua, con un objetivo de reducción de pérdidas en red del 20% antes del año 2021, impulsando que las nuevas edificaciones incluyan grifos de ahorro de agua.
Hay que decir que en la revisión del Plan|Llano se ha eliminado la posibilidad, que se recogía en el 2013, de otorgar concesiones de extracción de agua subterránea para usos agrícolas y ganaderos hasta un límite de 4 hectómetros cúbicos el año.