El escribano palustre (Emberiza schoeniclus ssp. witherbyi) es una de las aves más amenazadas en el ámbito estatal, ya que viven pocas parejas, entre 300 y 430 en total.
El escribano palustre es un ave paseriforme asociada a los medios acuáticos con abundancia de carrizo (Phragmites australis) y masiega (Cladium mariscus), donde encuentra espacio para reproducirse y alimentarse. En las Islas Baleares sólo cría en la isla de Mallorca, concretamente en el Parque Natural de s’Albufera y las zonas adyacentes. Está catalogada en el Catálogo español de especies amenazadas como “en peligro de extinción”, por lo cual es primordial conocer la población y poder establecer las medidas necesarias para garantizar la supervivencia de esta especie en las Islas Baleares.
Para eso, es importante elaborar estudios que puedan permitir conocer las zonas de alimentación de la especie durante los meses de otoño e invierno, evaluar el grado de amenaza que representa para esta ave la progresiva salinización de s’Albufera y prever su evolución.
El año 2015 el censo del escribano palustre dio un resultado de 21 parejas reproductoras seguras y una estima poblacional que podría llegar a un máximo de 35. Los resultados para el año 2016 han sido positivos y alentadores: se han detectado 15 territorios nuevos de cría, que junto con los del año anterior, suman 36.
Teniendo en cuenta esta información y las áreas potenciales susceptibles de ser ocupadas por la especie, se ha estimado un máximo de 70 parejas de escribano palustre. Por este motivo, la población actual en la zona húmeda de s’Albufera está comprendida entre 36 y 70 parejas.
Se puede descargar el trabajo completo de la web del Servicio de Protección de Especies o en este enlace.
La Consejería de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, mediante el Instituto Balear de la Natura (IBANAT), junto con varios socios de Valencia, el resto del Estado y Francia, ha propuesto un programa LIFE a la Unión Europea con el objetivo de trabajar para la conservación de los paseriformes de carrizo, un grupo ecológico muy especial que es indicador de la calidad de los hábitats de zonas húmedas y que, si se aprueba, permitirá incrementar los esfuerzos en favor del hábitat de esta especie amenazada.