Si algo tienen claro en este centro de investigación aplicada, un referente internacional y situado en Alcalá de Henares (Madrid), es que agua tiene género femenino. De sus 39 investigadores y personal de laboratorio, 27 (casi el 70%) son mujeres. ¿Casualidad? Como dice su directora adjunta, Irene de Bustamante, nada es casual. Y no se refiere al discurso positivista de que todo en la vida pasa por algo (tiene mentalidad científica), sino a que no es casualidad que en las empresas o instituciones donde algún puesto directivo es ocupado por una mujer, el número de féminas trabajando es mayor que en centros donde sólo hay hombres tomando decisiones. Tampoco es discriminación positiva. Tener una mujer en un puesto de responsabilidad es abrir la brecha para que entren más, lo que los angloparlantes llaman gatekeeper.
El próximo sábado 11 de febrero es el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. El segundo en su corta existencia, desde que en 2015 la ONU decidiera proclamarlo. El objetivo es “lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas”, así como “la igualdad de género y su empoderamiento”. En IMDEA Agua está claro que esto está más que conseguido.
Para corroborarlo y apoyar esta iniciativa, durante esta semana las investigadoras del centro están compartiendo en las redes sociales (Facebook y Twitter) fotos suyas con una breve explicación sobre su trabajo. No ha sido fácil resumir su día a día en una frase y en un lenguaje accesible, pero el objetivo es llegar al mayor número de personas posible, y recordar que, aunque la frase también esté manida, si se quiere, claro que se puede.
