El próximo martes se constituirá en Sevilla la Mesa de Seguimiento de las actuaciones para la prevención y lucha contra las especies invasoras que afectan a las infraestructuras hidráulicas y a los usuarios de los embalses de las demarcaciones de las cuencas andaluzas. Estos trabajos van encaminados especialmente a minimizar la presencia del mejillón cebra, una especie exótica que debido a su alta capacidad reproductiva y a la ausencia de depredadores específicos, provoca graves daños ecológicos y económicos al dañar las instalaciones asociadas a las presas (centrales eléctricas, conducciones de agua potable, redes de riego,...).
La Mesa, promovida por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en coordinación con las Confederaciones Hidrográficas del Guadalquivir y Guadiana, estará integrada por representantes de la Junta de Andalucía, de las Confederaciones Hidrográficas, Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), asociaciones de regantes, usuarios hidroeléctricos y de abastecimientos y de las Federaciones Andaluzas de Pesca y Piragüismo, entre otros.
En la actualidad, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio desarrolla un plan de choque en varios embalses de la cuencas intracomunitarias para combatir la proliferación de este molusco. Entre las medidas que se llevan a cabo destacan las relacionadas con la práctica de la navegación, en concreto la desinfección de embarcaciones y el control de accesos, para evitar la expansión a otras masas de agua. No en vano, la detección precoz de la especie es fundamental para gestionar la posible invasión, evitar su propagación y aislar los posibles focos.
Con el fin de sensibilizar a los usuarios de estos embalses, la Consejería ha editado también folletos divulgativos sobre los problemas que ocasiona esta especie exótica y ha colocado carteles informativos sobre los usos y actividades en los embalses afectados y sobre los daños que genera.
Mejillón cebra
El mejillón cebra es una especie invasora originaria del mar Caspio, que en la actualidad se encuentra presente en casi todos los países europeos. Se trata de un organismo muy dañino capaz de originar cambios ecológicos drásticos en los ecosistemas donde se instala y en los usos humanos ligados a estos medios fluviales, como el taponamiento de las conducciones de agua. Además, por su modo de dispersión asociado al trasiego de embarcaciones entre masas de agua dulce, es capaz de expandirse en un corto periodo de tiempo por un gran número de zonas.
