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Una cubierta ajardinada logra aislar a 21º la temperatura de una bodega durante todo el año

  • cubierta ajardinada logra aislar 21º temperatura bodega durante todo año
  • El edificio cumple, con esta cubierta extensiva de 300 m2 de sedum, el triple objetivo de integración paisajística, sostenibilidad ambiental y reducción energética.

Sobre la Entidad

Projar
La división "Aguas" del grupo de empresas Projar Group está centrada en desarrollar soluciones alternativas para el tratamiento de aguas residuales. Projar Group nace en los años 80' y es un referente en el sector del medio ambiente.

La compañía del sector verde, Grupo Projar, ha logrado aislar a 21 grados la temperatura de la bodega Cellers Can Blau, perteneciente al grupo Gil Family Estates en la localidad tarraconense de El Molar. Este resultado se ha obtenido gracias a una cubierta ajardinada extensiva de 300 m2 que permite mantener de forma constante el interior de la bodega a esta temperatura.

De este modo, el edificio se hace perfectamente visitable, con una temperatura agradable y conserva las barricas que contiene en su interior de una manera óptima. En la cubierta ajardinada se han tenido en cuenta, además de la integración paisajística, la sostenibilidad del edificio. Gracias a esta cubierta, dependiendo de la época del año, la temperatura incluso alcanza únicamente los 14 grados requiriendo simplemente de una ventilación totalmente natural.

Esta cubierta ajardinada logra un menor gasto de energía, y la reducción en la capa de aislamiento térmico convencional que se instala a la hora de construir un edificio.  Además, la bodega cuenta con placas fotovoltaicas que permiten obtener energía limpia y renovable.

En este mismo sentido, gracias a la integración con la cubierta ajardinada, experimenta una mejora en su rendimiento ya que consigue disminuir la temperatura ambiente, próxima a la superficie de la placa, con una mejora de 0,3 a 0,5% en el rendimiento, por cada grado menos de temperatura.

Esta cubierta ajardinada logra un menor gasto de energía, y la reducción en la capa de aislamiento térmico convencional que se instala a la hora de construir un edificio

Capa de aislamiento necesaria

Los beneficios de este tipo de cubiertas ajardinadas están constatados. De hecho, según un estudio de la Ingeniería Green Blue, mientras las cubiertas de los edificios convencionales tardan en alcanzar su temperatura máxima interior entre 2 y 4 horas, las ajardinadas lo hacen de 7 a 9 horas.

Sin embargo, desde Grupo Projar, y tras años de experiencia en el sector, destacan como, además de la cubierta ajardinada, debe haber una capa de aislamiento convencional en la edificación para que la cubierta ajardinada cuente con el menor espesor posible y, de ese modo, se consiga mantener la temperatura en el interior de los edificios. De lo contrario, un exceso en el espesor de tierra proporcionaría más peso para el edificio, y por lo tanto consecuencias negativas.

En este sentido, la Product Manager del Grupo Projar, Ana Llopis explica que “las cubiertas son las zonas del edificio donde más radiación solar se recibe, y está comprobado que para obtener el máximo efecto aislante de una cubierta ajardinada, el espesor de tierra que deben tener es de entre 30 y 50 centímetros. Si fuese mayor, el edifico tendría que ser reforzado con una estructura más resistente, y esto repercutiría en los costes económicos

Además , subraya que “la tierra no siempre tiene el poder aislante suficiente porque la lluvia puede convertirla en un puente térmico. De este modo, se hace necesaria la capa de aislamiento de los edificios aún con cubiertas ajardinadas aunque teniendo en cuenta que la proporción debería ser de 1 ó 2 centímetros menor al de los edificios que carecen de ella”.

 “Si excedemos el aislamiento convencional, no se permitiría el enfriamiento natural de los edificios durante la noche y necesitaríamos la utilización de aire acondicionado al día siguiente para refrescarlos aumentando el coste energético”, destaca Ana Llopis.

En la bodega Cellers Can Blau, perteneciente al grupo Gil Family Estates, se instaló un sistema de cubierta muy ligero compuesto por un sustrato de unos 10 centímetros de espesor, en una cubierta extensiva, con plantas tapizantes, de 300 m2. La cubierta se vegetó con sedum, un tipo de planta de muy bajo mantenimiento y necesidades hídricas que permiten maximizar las ventajas ecológicas, además de la plantación de un olivo.

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