Tras la última ronda de negociaciones internacionales ya hay preparado un borrador marco para la cumbre del Clima en París. Sin embargo según Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, los esfuerzos combinados no bastan para impedir que las temperaturas aumenten dos grados. No podemos permitir que esto suceda, nos jugamos mucho.
Ya estamos sufriendo los efectos del cambio climático, la temperatura de la superficie del planeta ha aumentado 0,85ºC desde los niveles preindustriales y nueve de los diez años más cálidos desde que se comenzó a tomar registro (en 1880) han ocurrido en este siglo. Estamos viendo como aumenta el nivel del mar, y cada vez son más frecuentes y devastadoras las olas de calor, las tormentas, las sequías… Necesitamos acción urgente, ambiciosa y vinculante para reducir la concentración de gases de efecto invernadero a niveles de seguridad que impidan que se agudicen estos fenómenos y que se produzcan peligrosas realimentaciones y alteraciones climáticas no lineales.
Por eso el 29 de noviembre, un día antes de que empiece la cumbre del clima de París, miles de personas en todo el mundo tomarán las calles para exigir a los principales líderes mundiales que lleguen a un acuerdo que defienda los intereses de la población y frene el calentamiento climático.
Las soluciones existen: agricultura ecológica, movilidad sostenible, producción y autoconsumo de energía renovable, una adecuada gestión de los ecosistemas… Se trata en definitiva de cambiar nuestro modelo de producción y consumo basado en combustibles fósiles -que sólo beneficia a unos pocos y nos perjudica a todos- por otro que sea justo, eficiente y basado en energías renovables.
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