Redacción iAgua
Connecting Waterpeople
ACCIONA
Laboratorios Tecnológicos de Levante
Ingeteam
KISTERS
ISMedioambiente
TecnoConverting
Centro Nacional de Tecnología de Regadíos (CENTER)
ADECAGUA
Baseform
IAPsolutions
Fundación Botín
TRANSWATER
Schneider Electric
Grupo Mejoras
AMPHOS 21
TEDAGUA
Hach
Sivortex Sistemes Integrals
Innovyze, an Autodesk company
ADASA
Barmatec
J. Huesa Water Technology
ICEX España Exportación e Inversiones
Xylem Water Solutions España
ESAMUR
Minsait
Agencia Vasca del Agua
Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
Hidroconta
Filtralite
ONGAWA
Likitech
Catalan Water Partnership
EPG Salinas
GS Inima Environment
FENACORE
s::can Iberia Sistemas de Medición
CAF
RENOLIT ALKORPLAN
Confederación Hidrográfica del Segura
DATAKORUM
Red Control
FLOVAC
Almar Water Solutions
LACROIX
SCRATS
HRS Heat Exchangers
Saint Gobain PAM
Fundación Biodiversidad
Global Omnium
Sacyr Agua
AECID
Asociación de Ciencias Ambientales
Rädlinger primus line GmbH
Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia
Amiblu
Idrica
Fundación CONAMA
Aqualia
Vector Energy
Molecor
AGS Water Solutions
Cajamar Innova
Lama Sistemas de Filtrado

Se encuentra usted aquí

La ventilación subterránea de las zonas áridas agrava el calentamiento global

  • ventilación subterránea zonas áridas agrava calentamiento global
  • El estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada, el CSIC y la Universidad de Arizona (EEUU) durante seis años en un “espartal” semiárido, situado en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, demuestra que el proceso de ventilación subterránea provoca emisiones extremas de CO2, lo que afectaría negativamente al calentamiento global.

Sobre la Entidad

Universidad de Granada
La Universidad de Granada es una universidad pública española con sede en Granada y con campus en las ciudades de Granada, Ceuta y Melilla.

Durante las últimas décadas, muchas investigaciones se han centrado en el intercambio de gases efecto invernadero (GEI) entre la atmósfera y la biosfera, especialmente en el intercambio de dióxido de carbono (CO2), el GEI que más ha aumentado en nuestra atmósfera. Un tercio de las emisiones de CO2 debidas a la actividad humana son absorbidas por ecosistemas terrestres, como por ejemplo, la tundra, los bosques, las selvas tropicales, los humedales o los desiertos. Por tanto, cualquier perturbación en estos ecosistemas puede ser crucial en un contexto de cambio climático.

En este sentido, los ecosistemas cuyo funcionamiento ha sido ampliamente estudiado se corresponden con zonas templadas (Norte América y Europa Central). Por el contrario, el papel de las regiones áridas ha sido hasta hace muy poco ignorado, a pesar de que varios estudios han demostrado su gran influencia en la variabilidad del balance global de carbono (C).

El presente estudio demuestra la gran importancia de la ventilación subterránea motivada por el viento, un proceso comúnmente obviado que consiste en la salida de aire cargado de CO2 desde el subsuelo a la atmósfera cuando el suelo está muy seco, fundamentalmente en verano y en días ventosos”, explica la investigadora de la Universidad de Granada y de la Estación Experimental de Zonas Áridas (CSIC), Ana López Ballesteros. Otro aspecto estudiado es el relacionado con la procedencia de ese CO2 acumulado en el subsuelo.

“Los resultados obtenidos constituyen un gran avance en el conocimiento del ciclo de C de las regiones áridas, señalando su gran complejidad y su posible relación con el movimiento subterráneo de agua y de aire"

El sitio experimental del trabajo es un espartal semiárido situado en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar (Almería) en el que los investigadores han registrado datos de CO2 durante 6 años (2009-2015) mediante una técnica usada internacionalmente (técnica Eddy covariance o covarianza de remolinos), junto con sensores subterráneos de CO2 y medidas micrometeorológicas. La creencia mayoritaria en la comunidad científica era que el balance de C de los ecosistemas semiáridos es neutro, es decir, que la cantidad de CO2 que es absorbido mediante la fotosíntesis que realizan las plantas es compensado con la cantidad emitida a través de la respiración de animales, microorganismos y plantas.

Sin embargo, este estudio demuestra que hay grandes cantidades de CO2 acumulados en el subsuelo y que en determinados momentos pasan a la atmósfera por el proceso de ventilación lo que provoca emisiones adicionales de CO2. Concretamente, los resultados de esta investigación confirman que durante los últimos 6 años (2009-2015) este “espartal” ha emitido en torno a 1 kg de C por metro cuadrado.

Según los investigadores, esta gran emisión de CO2 no puede ser debida a la actividad biológica del ecosistema dado que nos encontramos en una zona donde hay un gran estrés hídrico y una limitación de nutrientes lo que hace que la actividad biológica de microorganismos, animales y plantas sea muy baja. La hipótesis es que el C se transporta subterráneamente desde otros sitios con mayor actividad biológica.

Aunque se necesitan más investigaciones para conocer mejor los procesos que componen el ciclo del C en los ecosistemas áridos, los investigadores que han realizado el estudio concluyen que “los resultados obtenidos constituyen un gran avance en el conocimiento del ciclo de C de las regiones áridas, señalando su gran complejidad y su posible relación con el movimiento subterráneo de agua y de aire”.

“En un contexto de cambio climático, esta situación afectaría negativamente al calentamiento global, dado que una parte de los ecosistemas naturales, en lugar de absorber el CO2 emitido a través de la quema de combustibles fósiles, estarían añadiendo CO2 a una atmosfera donde los GEI no paran de aumentar” concluye el investigador Francisco Domingo Poveda, de la Estación Experimental de Zonas Áridas.

La redacción recomienda