El delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, acompañado del alcalde de Pontecesures, Juan Manuel Vidal Seage, visitó este ayuntamiento con el objetivo de comprobar las obras que se realizaron a través de la orden de subvención de Fondo de Compensación Ambiental Competitiva y que permitieron la renovación de la red de saneamiento en las calles Ullán y Ensanche.
Gracias a estas ayudas, el ayuntamiento de Pontecesures pudo llevar a cabo a renovación de una tubería de la red de saneamiento de pluviales en la calle del Ensanche, así como en un pequeño tramo de la red de residuales. En la calle Ullán, se cambió un tubo de la red de saneamiento de residuales.
Los trabajos tuvieron un presupuesto de casi 40.000 euros, de los cuales 32.000 procedieron de la orden de subvención para Infraestructuras de Uso Público de la Consellería de Presidencia, Administraciones Públicas y Justicia.
En el primero tramo de la calle Ullán, que es la que va entre la avenida de Vigo y la calle Portarraxoi, existía un tubo de hormigón de la red de saneamiento en mal estado que sufrió varias roturas, lo que provocó su deformación en varios puntos, provocando fugas y averías. En la calle del Ensanche se renovó un tramo de la tubería de pluviales en hormigón que también presentaba roturas y hundimientos, con las consiguientes socavones.
La nueva orden de ayudas ya fue publicada el pasado mes de enero, y en total, la Xunta de Galicia destina a los ayuntamientos gallegos un total de 11 millones de euros en dos líneas diferenciadas. La línea en concurrencia no competitiva está destinada la aquellos ayuntamientos que albergan en su territorio instalaciones de aprovechamiento eólico, que tiene una cuantía global de 7,7 millones. Por su parte, a la línea competitiva, en la que se encontró el año pasado el proyecto visitado hoy en Pontecesures, pudieron optar la totalidad de las entidades locales gallegas que cuentan con proyectos medioambientales ajustados a la convocatoria, con un presupuesto de 3,2 millones de euros.
El Fondo de Compensación Ambiental es una iniciativa que el Gobierno de la Xunta puso en marcha en 2010 y que permitió que por vez primera los ayuntamientos gallegos habían podido beneficiarse directamente de la explotaciones eólicas, puesto que las actuaciones que se realizan son financiadas a través del canon eólico.
Además, este Fondo refleja un triple compromiso de la Xunta: con el medio ambiente -está dirigido a actuaciones ambientales-, con las haciendas locales, ya que representa un importante ingreso para las arcas municipales; y por último con el reequilibrio territorial, ya que la mayoría de los ayuntamientos beneficiados se encuentran en zonas rurales del interior de Galicia.