La tecnología permite incorporar innovaciones en la gestión del agua inimaginables hace apenas unos años. La gestión de redes de abastecimiento ya no se contempla sin Sistemas de Información Geográfica o GIS. Hay quien los llama mapas inteligentes, cartografía digital, plataformas geográficas… una tecnología que avanza a un ritmo exponencial por su integración con otras tecnologías como el Big Data, la IA o la Realidad Aumentada. Así es como la tecnología está cambiando el sector y cómo lo cambiará en un futuro cercano.
Los GIS fueron el punto de partida de la digitalización del sector y ahora van más allá. Su evolución es rapidísima, pero su aportación es tan valiosa que su incorporación está siendo un proceso natural. Muy pronto, será difícil creer que antes gestionáramos el agua sin ayuda de tecnologías de datos que no solo muestren lo que ha pasado y está pasando, sino que pueden predecir lo que sucederá.
La preocupación de las empresas de aguas más punteras no es ya la digitalización. Gracias a los GIS, ésta ha sido superada por una nueva revolución empresarial: la revolución del dato. La digitalización de la información, la capacitación de las personas, y la adopción de flujos de trabajo que permitan basar decisiones en las evidencias que proporcionan los datos.
De la digitalización a la revolución del dato
La información siempre ha estado ahí, pero ahora tenemos tecnología para registrarla y almacenarla. Hemos pasado de “tener” el conocimiento de la red en la cabeza (o en un plano en papel), a dominar los datos mediante la tecnología GIS. Herramientas como ArcGIS permiten generar cuadros de mando para monitorizar la red. Esa información ya no se intuye, cada vez estará más presente como realidad objetiva, que puede compartirse en tiempo real con otros usuarios (internos y externos), y que se activa para tomar decisiones conducidas por datos.
Un dato por sí mismo no aporta valor. Ante su híper-abundancia, lo realmente valioso es discernir lo relevante de lo accesorio y convertir el dato en sabiduría. Para ello debemos poder explorar los datos e interpretarlos. Los datos deben hacer aflorar preguntas y al mismo tiempo ofrecer respuestas. Por eso en el mundo del agua no avanzaremos si trabajamos con meros escaparates de datos. Los GIS tienen que permitir realizar análisis avanzados de todo el Big Data incorporando la inteligencia geográfica. En Esri lo llamamos “la ciencia del Dónde”.
Imaginemos una red de abastecimiento que puede presentar problemas dada su antigüedad. Si atendemos únicamente a la información sobre su fecha de instalación, parece necesario reestablecerla totalmente, lo cual no es realista. Sin embargo, al añadir datos como la demanda de cada municipio, la existencia de otras redes complementarias o el estado de cada elemento de la red, podemos saber sobre qué es necesario actuar exactamente.
Los GIS permiten obtener datos en tiempo real en puntos estratégicos de la red sin chequeos constantes sobre el terreno constantemente
Información en tiempo real con el IoT
La sensorización y el Internet de las Cosas (IoT) han abierto la posibilidad de disponer de información detallada en un punto geográfico concreto. Redes de abastecimiento y saneamiento, sensores de presión, e incluso contadores incorporarán sensores que recopilarán volúmenes ingentes de información en los que el factor “Dónde” será la clave.
Los sensores no son necesariamente sofisticados o caros: cualquier cosa conectada a Internet puede ser un sensor, como un teléfono o un dron. El uso de drones aéreos ha permitido hacer modelos de terreno con una precisión de hasta 5 cm, y de 1 cm en análisis batimétricos. Una precisión inédita hasta ahora que ha aplicado la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) con la tecnología Drone2Map for ArcGIS, un proyecto puntero a nivel internacional para realizar batimetrías más precisas
Y esto es solo el principio de los horizontes por explorar. Podemos medir la calidad del agua, leer los consumos y enviar la factura de forma telemática. El IoT y su combinación con los GIS permiten obtener datos en tiempo real en puntos estratégicos de la red sin chequeos constantes sobre el terreno constantemente. Podemos analizar esa información desde cualquier dispositivo y compartirla con otros equipos en cualquier lugar. Paradójicamente, “Dónde sucede”, nos importa y nos preocupa, pero “desde dónde” se analiza y se toma la decisión, es algo que la tecnología nos permite gestionar a medida.
Ecosistemas y modelos flexibles y abiertos
La dimensión de las empresas de agua ya no es excusa para dejar de lado la tecnología. Los GIS son escalables y adaptables a las necesidades de compañías de cualquier tamaño. Y es que las nuevas tecnologías están democratizando el acceso a la información. En virtud de las estrategias Open Data, la transparencia y el conocimiento colectivo se impondrán con más y más fuerza.
Para llevar a cabo estos proyectos también veremos tecnologías cada vez más abiertas conectadas y dinámicas, en detrimento de sistemas estancos. Cada vez veremos más compañías tecnológicas de la mano para desarrollar soluciones conjuntas y abordar proyectos con más garantías.
El sector del agua necesita ecosistemas integrados por múltiples expertos tecnológicos abiertos a colaborar. En Esri ya hemos desarrollado soluciones IoT aplicadas al sector del agua con compañías como IBM. Es el momento de co-crear. Los mundos del proveedor y el cliente han acabado para dar paso a verdaderas relaciones bajo la idea del partner estratégico.
Las personas, el corazón de la revolución del dato
Los datos son la materia prima y la tecnología, solo una herramienta. Nada de esto tiene sentido sin las personas, que aportan interpretación y visión. Los usuarios son clave para aprovechar la revolución de los datos, por eso tienen que aprender a manejar estas nuevas herramientas. Al mismo tiempo, los que desarrollamos la tecnología tenemos que facilitar la formación y capacitación y mejorar la experiencia de usuario para facilitar el auto-aprendizaje.
El mercado demanda cada vez más profesionales GIS. En Esri estamos contribuyendo con programas formativos como el MásterGIS, pero también donando accesos gratuitos a nuestra tecnología a más de 28.000 colegios españoles, porque el lenguaje de los mapas es cada vez más frecuente en nuestro día a día.
Mejorando la experiencia de usuario con Realidad Aumentada
La Realidad Aumentada es una de las funciones que se está incorporando con más fuerza y que más ventajas aportarán a los técnicos de campo. Desde Esri también estamos trabajando en mejorar la experiencia de uso en este ámbito. Por ejemplo, ya es posible detectar más fácilmente los activos subterráneos sin necesidad de levantar el terreno, optimizando las actuaciones en la vía pública. La realidad aumentada en aguas no es ciencia ficción; ya se están aplicando soluciones móviles de este tipo sobre la red de saneamiento de varias ciudades del mundo.
Probablemente, este cambio tecnológico se está viendo impulsado por un gran problema de fondo en España: la obsolescencia de la red. Dado que no es viable una sustitución integral, las tecnologías que permitan optimizar la toma de decisiones se impondrán rápidamente. Las empresas transformarán sus operaciones identificando problemas que desconocían y planificando mejor sus recursos. La información histórica permitirá construir a futuro cometiendo menos errores.
Tecnología a la altura de una sociedad exigente y participativa
Todas estas posibilidades desembocarán en beneficios para la sociedad. Los GIS ya permiten evaluar patrones de consumo para asegurar la conservación del agua. Pero también se puede emplear para ofrecer servicios mejor orientados a las necesidades individuales del consumidor.
La sociedad, cada vez más exigente y acostumbrada a la inmediatez, será menos comprensiva ante errores en su factura o en el suministro. La posibilidad de compartir información interna y externamente mejorará la transparencia. La sociedad, cada vez más participativa, encontrará en los GIS canales de información e interacción para la mejora continua. Los Story Maps nos permiten contar historias a través de mapas y serán cada vez más comunes para trasladar a la ciudadanía el resultado de las inversiones en la red.
Asistimos al principio de la revolución en la gestión del agua. El futuro ya ha empezado con el desarrollo exponencial de la tecnología geográfica como epicentro de un modelo más inteligente, eficiente y colaborativo.