Una investigación realizada por científicos alemanes ha estudiado los escosistemas de agua dulce y subraya la importancia de restaurar los hábitats y mejorar los procesos naturales de los ecosistemas, lo que beneficia a las poblaciones de peces, la conservación y la pesca, según publican en la revista 'Science'.
La biodiversidad disminuye rápidamente, pero muchas medidas de conservación se centran en una sola especie. Un planteamiento alternativo consiste en mejorar globalmente los procesos ecológicos y los hábitats, favoreciendo así comunidades enteras de especies. Sin embargo, esta gestión basada en los ecosistemas rara vez se aplica porque es costosa, advierten los investigadores, y tampoco hay pruebas de que la gestión del hábitat basada en el ecosistema sea más eficaz que otras alternativas obvias, como la liberación de animales para aumentar las poblaciones.
Un equipo de investigación con sede en Berlín, en estrecha colaboración con numerosos clubes de pesca organizados en la Asociación de Pescadores de Caña de Baja Sajonia, ha presentado un estudio pionero.
Científicos y profesionales trabajaron juntos para realizar una serie de experimentos en lagos enteros y evaluar los resultados de la mejora del hábitat basada en el ecosistema frente a la repoblación piscícola en 20 lagos de gravera durante un periodo de seis años.
La biodiversidad disminuye rápidamente, pero muchas medidas de conservación se centran en una sola especie
En algunos de los lagos se crearon zonas adicionales de aguas poco profundas. En otros, se añadieron haces de madera gruesa para aumentar la diversidad estructural. Otros lagos del estudio se poblaron con cinco especies de peces de interés pesquero; los lagos no manipulados sirvieron de control. El estudio se basó en una muestra de más de 150.000 peces.
El resultado fue que la creación de zonas de aguas poco profundas resultó el método más eficaz para aumentar las poblaciones de peces. Estas zonas son ecológicamente importantes para muchas especies de peces, sobre todo como zonas de desove y cría de alevines. La introducción de madera gruesa sólo tuvo efectos positivos en lagos seleccionados; la repoblación piscícola fracasó por completo.
"Es probable que el restablecimiento de los procesos ecológicos y los hábitats centrales (gestión basada en el ecosistema) tenga mayores efectos a largo plazo en la recuperación de las especies y poblaciones de peces que las medidas de conservación centradas en especies concretas", explica Johannes Radinger, del IGB y autor principal del estudio.
Según aseguran, nunca antes se habían estudiado las comunidades de peces en un conjunto tan amplio de experimentos en lagos enteros con la participación de numerosos clubes de pesca y otros profesionales.
"A diferencia de los estudios de laboratorio, los experimentos de campo que tienen en cuenta la variación natural del ecosistema, así como las interacciones ecológicas y sociales, permiten obtener pruebas sólidas sobre la eficacia de las medidas de gestión", explica Thomas Klefoth, profesor de la Hochschule Bremen y coiniciador del proyecto.
El resultado fue que la creación de zonas de aguas poco profundas resultó el método más eficaz para aumentar las poblaciones de peces
"Incluir varios lagos de gravera en los experimentos sólo fue posible gracias a la estrecha colaboración entre la investigación y la práctica --señala el director del estudio, Robert Arlinghaus, catedrático de Gestión Pesquera Integrativa de la HU y el IGB--. El enfoque transdisciplinar contribuyó a replantear la repoblación piscícola y fomentó la aceptación de alternativas de gestión más sostenibles y basadas en el ecosistema".
El estudio destaca dos mensajes centrales que son relevantes más allá de los lagos de gravera y también para otros ecosistemas acuáticos: la restauración de los procesos ecológicos tiene un impacto más sostenible en las comunidades y las especies que las acciones de conservación limitadas y centradas en las especies.
Además, la conservación de la biodiversidad de agua dulce es más eficaz cuando los grupos de usuarios, como los clubes de pesca, asumen su responsabilidad y cuentan con el apoyo de las autoridades, las asociaciones y la ciencia. Según afirman, este planteamiento permite conciliar la conservación y el uso, ya que tanto las especies como las pesquerías se benefician de una gestión basada en los ecosistemas.