El Gobierno de Portugal ha acordado que no se utilicen los recursos hídricos de 15 embalses hasta que el agua recupere parte del nivel perdido en los últimos meses por la sequía, para evitar una situación de mayor emergencia que pueda afectar, por ejemplo, a las centrales hidroeléctricas.
La "suspensión temporal" aprobada este martes por el Consejo de Ministros entrará en vigor el 1 de octubre. Permanecerá "hasta que se alcancen las cuotas mínimas de la capacidad útil" de los embalses señalados, aunque en 20 días la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente examinará de nuevo su estado.
El servicio portugués de meteorología (IPME) mantiene todo el país en situación de sequía, con casi un 40 por ciento en niveles que cataloga de extremos.