La internacionalización de las empresas españolas fue el tema que centró el debate el pasado día 5 de junio en AQUA´13, congregando a representantes de las distintas compañías de gestión de aguas con presencia internacional.
Las empresas españolas en el sector del agua tienen una serie de características que les hacen propicias para exportar su experiencia
El coloquio, moderado por José Luis González Vallvé, de AGA, comenzó con una exposición de las claves fundamentales para abordar la expansión. Y es que las empresas españolas en el sector del agua tienen una serie de características que les hacen propicias para exportar su experiencia, y, sobre todo, tener éxito en el proceso. En primer lugar, cuentan con una serie de “buenas prácticas” que facilitan el camino. Entre ellas, el hecho de contar con una dotación excepcional ante unas condiciones climáticas y económicas difíciles, además de una calidad de agua superior a la media de los países de la OCDE. No hay que olvidar que la correcta gobernanza y la planificación contribuyen a ello en buena medida. España cuenta a su vez con una nueva y potente herramienta como es la Marca España Agua, que supone un refuerzo importante en el contexto internacional.
Sin embargo, no todo son puntos positivos. En el territorio nacional se dan circunstancias que necesitan una mejora paulatina para lograr la optimización de las empresas del sector. Este sería el caso de la frecuentemente mencionada multiplicidad de reguladores, problema que se solucionará a medio plazo con la creación de una figura regulatoria única. Otro de los inconvenientes más comentados es el riesgo a caer en el déficit de tarifa, a semejanza del sector energético. La recuperación de costes mediante la imposición de tarifas, impuestos o cánones es la medida que puede contribuir a equilibrar la balanza. Finalmente, la situación judicial de los conflictos del agua debilita en gran medida la imagen exterior.
También la UE tiene voz y voto en este escenario. Arturo Cortés de la Cruz, Director Jurídico de Concesiones de AGBAR, considera que con el cambio que va a transformar la Directiva Europea de Contratación Pública, una de las que más afectan en el ámbito de la internacionalización, la posibilidad de expansión se ve facilitada en gran medida. “Aunque España no ha participado apenas en el debate sobre la Directiva, es muy posible que sirva de modelo para otros países, sobre todo Latinoamérica”, afirmó Cortés.
Carencias en España
Sin embargo, no todo son puntos positivos: déficit de tarifa, multipllicidad de regularores y la situación judicial de los conflictos del aguas son asuntos a mejorar
En relación a los problemas internos que afronta España, Javier Ruza, Subdirector General de Gestión Integral del DPH (MAGRAMA), llama la atención sobre las complicaciones en el régimen concesional del agua. Aunque Ruza afirma que “el régimen concesional es el único medio viable para la gestión de un bien de dominio público como el agua”, inconvenientes como la disparidad de tamaños en las unidades de gestión, la lentitud del proceso administrativo o el volumen de entrada de expedientes (más de 42.000 al año) necesitan una solución urgente.
En lo que todos los participantes coincidieron durante la jornada fue en la necesidad de crear una figura regulatoria. Roque Gistau, presidente de AEAS, hizo un análisis de la situación actual desde la perspectiva de sus carencias, así como una descripción de las características necesarias que debe poseer el regulador: independencia presupuestaria y financiara, simetría en la información que disponga, legitimación y seguridad. Su misión y objetivos pasarían por velar por el cumplimiento de la normativa sanitaria y medioambiental del servicio, y sobre todo, lograr unas tarifas mínimas manteniendo la calidad del servicio. Existen varios ejemplos de este tipo de organismo en diversos países: OFWAT en Reino Unido, ERSAR en Portugal, SISS en Chile…
Sin embargo, si un punto a favor tiene España es que a pesar de la ausencia de esa figura, el servicio se sigue suministrando con calidad, como afirmó José Valín Alonso de la CHD.
Marca España Agua
Otra de las herramientas en la que las empresas pueden apoyarse a la hora de expandirse es la ya consolidada Marca España Agua. Eduardo Orteu Berrocal, del MAGRAMA, explicó detalladamente en su exposición qué puede ofrecer este sello, y cómo las compañías pueden beneficiarse de ello. Orteu ilustró con casos reales y actualmente en marcha el “buen hacer” del novedoso sello, como la Plataforma EU-China o los diferentes acuerdos en el área mediterránea.
Directamente ligado, y relacionado con la expansión internacional, varias empresas expusieron sus casos concretos de internacionalización: Pablo Abril Martorell, de Valoriza Agua, explicó cómo su compañía ya antes de la crisis identificó oportunidades en el extranjero, adelantándose a su competencia. Desde Aqualia, Luis de Lope afirmó que su perspectiva es que, al ser el agua un elemento indispensable para la vida, su “mercado potencial son 7.000 millones de personas”. De Lope además enumeró los criterios a la hora de escoger uno u otro país, como la superficie, población, disponibilidad de agua, porcentaje de población con acceso al agua o a saneamiento.
La expansión hacia el exterior, sobre todo hacia mercados crecientes, es un riesgo que las empresas españolas de gestión de aguas están asumiendo por el buen camino
Tomas Ángel Sancho, director de SERS, reafirmó estos criterios, y añadió las necesidades que tanto países desarrollados como en vías de desarrollo tienen en materia hídrica. “Es necesario conocimiento, profesionales e infraestructuras”, según sus palabras. El director de SERS también recogió algunas recomendaciones para hacer efectiva la expansión: alianza estratégicas, trasferencia de conocimiento y experiencia, utilización de las capacidades locales, promoción del desarrollo real, etc. También apuntó un dato muy relevante: el 47% de los proyectos internacionales están liderados por empresas españolas.
AGBAR es otra compañía que ha utilizado las herramientas disponibles para llevar su experiencia al extranjero. Gonzalo Rodríguez Moreno, de la compañía catalana, remarcó que AGBAR tiene en la actualidad presencia en más de 20 países, además de apuntar las ventajas que la internacionalización aporta: mayor flexibilidad y orientación al cliente, diversificación del riesgo, capacidad de atraer el talento, etc. Rodríguez Moreno también comentó la importancia de los primeros años en el país extranjero como elemento crucial para no ceder ante el desánimo si los negocios no van como se espera en un principio.
En definitiva, aunque no existen garantías de éxito, la expansión hacia el exterior, sobre todo hacia mercados crecientes, es un riesgo que las empresas españolas de gestión de aguas están asumiendo por el buen camino, sin olvidar que los problemas internos requieren soluciones tempranas para fortalecer las herramientas de estas mismas compañías.