Enfrentarse al cambio climático debe ser visto como algo más que una cuestión de supervivencia para los pequeños países insulares: la comunidad internacional debe considerarlo un reto que requiere actuar unidos y aunar esfuerzos para cambiar a un modelo sostenible de desarrollo, dijo hoy el Director General de la FAO José Graziano da Silva.
"El cambio climático está ocurriendo ante nuestros ojos. La subida del nivel del mar, las temperaturas del aire y de la superficie del mar más altas, y los cambios en los patrones de lluvias afectan a países en todo el mundo. Pero no hay duda de que los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) son más vulnerables", señaló el responsable de la FAO al intervenir en la 3ª Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre los pequeños Estados insulares que tiene lugar en Apia, Samoa (1-4 de septiembre).
El cambio climático tiene profundas implicaciones, en particular para el desarrollo de los PEID, que afectan a su seguridad alimentaria, medios de subsistencia y las economías, señaló.
Es necesario pensar a largo plazo y con un enfoque más integral, según Graziano da Silva, quien explicó que: “para garantizar la seguridad alimentaria no se puede simplemente dar pan a una persona. Hay que ayudarle a producir alimentos, adaptarse al cambio climático, hay que garantizar su acceso a los alimentos, incluso mediante la protección social, y hay que garantizarle una dieta diversificada que asegure una nutrición adecuada".
Los PEID son un grupo de países insulares, en su mayoría de las regiones del Pacífico, Caribe, Atlántico y el Océano Índico que, aunque diversos, comparten desafíos de desarrollo similares. Entre estos retos figuran el contar con una escasa población, recursos limitados y el ser susceptibles a desastres naturales y vulnerables a los vaivenes externos y con una dependencia excesiva del comercio internacional.
El crecimiento y desarrollo de los PEID se ven obstaculizados además por los elevados costes del transporte y las comunicaciones, un coste desproporcionado de la administración y las infraestructuras públicas, y limitadas oportunidades para crear economías de escala. (Más información)
Los PEID también se enfrentan a con un abanico de problemas relacionados con la malnutrición, que van desde la desnutrición a la obesidad, añadió Graziano da Silva, subrayando que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), nueve de los 10 países con los mayores índices de obesidad femeninos son pequeños Estados insulares en desarrollo.
Abordar los problemas de nutrición en el mundo en desarrollo será una cuestión central durante las discusiones el próximo noviembre en la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2), que ha sido convocada en Roma por la FAO y la OMS (19 al 21 de noviembre).
Áreas de actuación
Graziano da Silva destacó tres frentes fundamentales en que se requiere actuar para promover una mayor resiliencia y desarrollo sostenible en los PEID:
Ayudarles a mejorar su gestión y uso de los recursos naturales
Fortalecer la producción local de alimentos y crear circuitos de consumo local y regional
Fortalecer la resiliencia de las comunidades frente a los desastres naturales y los nuevos problemas relacionados con el clima
Contribución de la FAO
La FAO trabaja con los gobiernos y otros asociados para promover la resiliencia y el desarrollo sostenible en los PEID en diversos frentes.
En los últimos dos años, la Organización de la ONU ha invertido más de 40 millones de dólares EEUU para apoyar a los PEID en sus esfuerzos para abordar cuestiones relacionadas con la seguridad alimentaria y la nutrición, la agricultura, la pesca, la silvicultura y la gestión de los recursos naturales.
En el Caribe, la FAO asiste en el desarrollo e implementación de planes de creación de resiliencia y de reducción del riesgo de desastres.
En el Pacífico, apoya activamente el Programa de Seguridad Alimentaria y Medios de Vida Sostenibles que está siendo desarrollado por los países de la región.
Y a través de su nueva Iniciativa de Crecimiento Azul, la FAO ayuda a los pequeños Estados insulares en desarrollo en todo el planeta en el uso sostenible de sus recursos acuáticos para avanzar en la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y reducir la pobreza.