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Fernando Magdaleno: "Los ríos urbanos constituyen un recurso pedagógico de primera magnitud"

  • Fernando Magdaleno: " ríos urbanos constituyen recurso pedagógico primera magnitud"

Sobre la Entidad

Foro de la Economía del Agua
El Foro de la Economía del Agua es una iniciativa auspiciada por la Universidad de Alcalá (UAH) y tiene por objetivo promover un espacio independiente de reflexión y diálogo sobre el ciclo urbano del agua desde la óptica de su gestión.

El próximo 26 de marzo, la 10º edición del Foro de la Economía del Agua, que se celebra en Granada en el Centro Federico García Lorca, contará con la presencia de grandes expertos

Con motivo de la celebración del evento, hemos entrevistado a Fernando Magdaleno, coordinador de Área en la Dirección General del Agua en el Ministerio para la Transición Ecológica.

Fernando Magdaleno fue además consejero técnico del CEDEX y el representante español en grupos de trabajo europeos sobre agua y medio ambiente. Es profesor asociado en la E.T.S. de la UPM y fue profesor asociado en la Universidad de Alcalá. También fue investigador post-doctoral en la Universidad de California, Berkeley. Doctor ingeniero de Montes por la UPM y master en Hidrología general y aplicada por CEDEX. Fundador y miembro de la Junta directiva del CIREF entre 2008 y 2018.

Pregunta - Sr. Magdaleno, nos gustaría saber cómo surge su vinculación con el Foro de la Economía del Agua.

Respuesta - He asistido a varias ediciones del Foro celebradas en Madrid, dado el elevado interés de los temas y de las intervenciones desarrolladas en él. Al tiempo, vengo colaborando profesionalmente, desde hace años, con los organizadores del evento, a través de iniciativas nacionales e internacionales en materia de agua, por lo que he podido conocer de primera mano los resultados de las distintas ediciones celebradas.

Sería óptimo que las áreas fluviales retuvieran porcentajes importantes de los nutrientes y contaminantes que llegan al río

P. - ¿Cuáles cree que son los mayores problemas a los que se enfrentan los ríos en la actualidad en el mundo? ¿Y en España?

R. - Los ríos se enfrentan desde hace décadas a problemas relacionados con la transformación de sus regímenes de caudales y de su dinámica morfológica, y también con la alteración de la calidad de sus aguas, y de sus ecosistemas asociados. La intensidad de esos problemas varía de unas regiones a otras, pero los patrones de deterioro son muy similares. Lo que cambia de unos lugares a otros es la respuesta de los sistemas fluviales ante dichas presiones humanas, y sobre todo los paradigmas de gestión que se aplican en cada uno de ellos.

En el caso de España, existen problemas de largo recorrido, como son las presiones hidrológicas, morfológicas o físico-químicas que sufren los ríos. Pero sobre todo se constata un problema de falta de vinculación de la sociedad con el valor de los ríos, de falta de conocimiento de los servicios multi-dimensionales que aportan, y en general de reducida conexión con el territorio y con el agua. Esa desvinculación es muy problemática, puesto que condiciona la adopción de nuevas perspectivas en la planificación y gestión del agua y de sus servicios asociados. Y exige, al tiempo, un compromiso firme y sostenido de gestores y técnicos para trasladar paulatinamente a la sociedad la complejidad del manejo del agua y de los servicios que los ríos proporcionan, y para explicar razonadamente las alternativas existentes para su optimización. No se trata de transferir dogmas, sino de elevar el nivel de conocimiento e información, permitiendo tomar decisiones colectivas mejor fundamentadas, y ajenas (en lo posible) a los vaivenes políticos.

Los ríos se enfrentan desde hace décadas a problemas relacionados con la transformación de sus regímenes de caudales y de su dinámica morfológica

P. - En las ciudades, los ríos se enfrentan a diferentes presiones y condicionantes. ¿Cuáles cree que son los más urgentes a abordar, o integrar en la gestión fluvial?

R. - Resulta perentorio introducir mejoras en la gestión del riesgo de los fenómenos hidrológicos extremos, en especial de las crecidas en ríos urbanos. Por una parte, mejorando intensamente la capacidad de la cuenca vertiente y de la propia ciudad para afrontar ese tipo de episodios y, por otra, contribuyendo a generar un cambio de mentalidad de la sociedad sobre el papel de las crecidas, y sobre la manera de gestionarlas de una manera eficiente.

Otro tema importante es el de la reconexión física y perceptual de ríos urbanos y ciudades. Para ello, es necesario abordar discusiones sosegadas y constructivas sobre los tipos de ríos urbanos que pueden considerarse deseables desde la perspectiva de la gestión fluvial, del diseño urbano, y de las expectativas socioeconómicas de la ciudadanía. Es posible y muy recomendable contribuir a la existencia de ríos urbanos multi-funcionales, en los que la cooperación interadministrativa sea una realidad. No hay que olvidar que los ríos urbanos constituyen un recurso pedagógico de primera magnitud en ese camino de re-educación social sobre el papel de los ríos en la interfaz territorio-sociedad.

P. - ¿Qué herramientas se han demostrado útiles para mejorar esta relación entre ríos y urbanización?

R. - Sin duda alguna, destaca el papel de las infraestructuras verdes y azules, dentro de las cuales podemos citar herramientas como las medidas naturales de retención del agua o los sistemas de drenaje urbano sostenible. Pero cualquiera de estas herramientas no son en sí mismo positivas si no funcionan en red, y si no aportan un cambio significativo y cuantificable en el funcionamiento hídrico de la ciudad. Solo así las inversiones realizadas tendrán un sentido y una repercusión real en términos físicos, ambientales y sociales. En determinados países se está adoptando ya este enfoque integrado, al diseñar “ciudades esponja” capaces de mejorar activamente la relación entre ríos y urbanización.

Es posible y muy recomendable contribuir a la existencia de ríos urbanos multi-funcionales

No obstante, tampoco debemos olvidar que un mejor diseño y manejo de las tramas urbanas no es suficiente para dar respuesta a problemas que son, en ciertos casos, de mucha mayor magnitud y alcance. Parece difícil pensar en mejorar la relación entre ríos y ciudades sin mejorar ampliamente la relación entre los ríos y las cuencas vertientes a las ciudades. Especialmente bajo escenarios de cambio climático y cambio global que pueden ser negativos para el funcionamiento de los ríos. Por ello, la ciudad debe mirar y entender lo que pasa en su cuenca de drenaje, y plantear (en conjunción con los gestores del territorio y con la sociedad ubicada en dicha cuenca) mecanismos novedosos (técnicos y financieros) para que la dinámica territorial sea la apropiada para el escenario de interacción río-ciudad que resulte más deseable en cada momento y en cada lugar.

P. - Desde su punto de vista, ¿cómo pueden los ríos contribuir a la mejora de la gestión del agua en las ciudades?

R. - En primer lugar, aportando una referencia física (y didáctica) sobre la que bascular el manejo del agua en la ciudad. Si los ciudadanos están emocionalmente vinculados con un río urbano sano, será más difícil que realicen acciones cotidianas que vayan en detrimento de su calidad (sea o no directa esa relación): aprovecharán mejor el agua, realizarán menos vertidos de sustancias contaminantes, apoyarán la recuperación ambiental del río, realizarán más actividades deportivas y culturales en relación con el tramo urbano, etc.

En segundo lugar, contribuyendo a que se optimice el ciclo urbano del agua, gracias a las oportunidades que el medio fluvial proporciona para la generación de una infraestructura azul urbana.

Si los ciudadanos están emocionalmente vinculados con un río urbano sano, será más difícil que realicen acciones cotidianas que vayan en detrimento de su calidad

Finalmente, sirviendo como elemento conector de la gestión del agua que se realiza en las diferentes ciudades ribereñas del río. La manera de manejar el agua en una ciudad tiene consecuencias evidentes en la condición del río en las ciudades ubicadas aguas abajo. Por ello, los ríos pueden actuar como elementos de vertebración territorial y como piezas clave para incrementar la solidaridad mutua en materia hídrica.

P. - ¿Qué funciones tienen los ríos, y cuales deberían tener, en materia de depuración de aguas?

R. - Las funciones de los ríos en cuanto a depuración son muchas y en general bien conocidas (gracias a los procesos de autodepuración, de filtrado subsuperficial y subterráneo en las áreas de ribera, etc.). Lo que puede resultar relevante es llevar a cabo una gestión proactiva de los ríos que maximice dichas funciones, lo cual estamos lejos de hacer en muchos casos. Sería óptimo que las áreas fluviales retuvieran porcentajes importantes de los nutrientes y contaminantes que llegan al río, procedentes de la matriz urbana. Para ello, resulta conveniente recuperar espacio ribereño y aluvial, incrementar la heterogeneidad y la complejidad hidráulica y ecológica del río, mejorar la conexión con las masas de agua subterráneas, y en general dotar al río de algunos de los procesos que ha ido perdiendo como consecuencia de la simplificación estructural y funcional a la que generalmente ha conducido la progresiva urbanización del ámbito fluvial.

P. - En este sentido, ¿qué papel pueden tener las soluciones basadas en la naturaleza?

R. - Tienen un papel crítico, tal y como ha sido reconocido por muchos científicos y entidades de referencia en materia de agua y territorio. Se trata de soluciones que aportan múltiples funciones y servicios ambientales por cada euro invertido, que cuentan en muchos casos con un bajo coste de mantenimiento en comparación con los beneficios que proporcionan, y que además generan bienestar a la sociedad y mayor capacidad de adaptación frente a los desafíos climáticos a los que nos enfrentamos.

Sería óptimo que las áreas fluviales retuvieran porcentajes importantes de los nutrientes y contaminantes que llegan al río, procedentes de la matriz urbana

Se trata además de soluciones que están apoyadas, incluso financieramente, por las instituciones europeas, y que re-acercan a la población a los ríos.

P. - ¿Qué ejemplos de gestión fluvial en España destacaría, y por qué?

R. - En España estamos inmersos en un proceso histórico de cambio de perspectiva en materia hídrica. Y como todos los procesos de cambio, presenta diferentes velocidades según regiones, administraciones y elementos de gestión. Sin embargo, contamos con ejemplos verdaderamente notables desarrollados por el Ministerio para la Transición Ecológica, los Organismos de cuenca, las Comunidades Autónomas o diversos Ayuntamientos, que han sido reconocidos por instituciones internacionales, y que han vuelto a situar a España en una posición de vanguardia europea en relación con la gestión y recuperación de los ríos.

En el ámbito urbano, podemos citar casos bien conocidos como las actuaciones en el río Manzanares en Madrid (en el tramo urbano y en el tramo aguas arriba de él), el río Besòs en Barcelona, el río Arga en Pamplona, o el río Segura en Murcia. Y otros que están por llegar, como es el caso del Turia en Valencia.

Pero por encima de los casos aislados, lo que resulta verdaderamente relevante es la adopción de una visión estatal y colectiva sobre la importancia de la recuperación de los ríos urbanos, a través de acciones novedosas. En este terreno cabe destacar iniciativas de enorme trascendencia, como la Estrategia Estatal de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas (EIVCRE), o el Plan Nacional de Depuración, Saneamiento, Eficiencia, Ahorro y Reutilización (Plan DSEAR). Ambos se encuentran en fase de aprobación, y pueden favorecer enormemente la adopción de esa visión avanzada y colaborativa en materia de agua y territorio.

En España estamos inmersos en un proceso histórico de cambio de perspectiva en materia hídrica

P. - ¿Qué escala sería la óptima para aplicar modelos de gestión del agua alineados con la economía circular?

R. - Por todo lo dicho con anterioridad, parece imprescindible adoptar una escala de trabajo que cubra el ámbito territorial de la cuenca para determinados procesos físicos, ambientales y sociales relacionados con el agua, mientras que para otras cuestiones críticas, la escala urbana puede ser la más apropiada. Ante todo, resulta esencial la cooperación entre administraciones, dado el particular régimen competencial que tenemos en España, y un re-acercamiento entre sociedad y territorio. Todo ello, unido a la adopción de técnicas eficientes, permitiría abundar de manera decidida en la generación de una economía circular asentada en la gestión del agua. Particularmente en un país como el nuestro, en el que el agua sustenta la práctica totalidad de las actividades sectoriales relevantes, y buena parte de nuestras conductas vitales.

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