En España se invierten unos 585 millones de euros anuales en renovar las infraestructuras y las redes del ciclo urbano del agua, un 70%-80% menos de lo necesario. La razón fundamental es que las administraciones públicas involucradas en su conservación no han priorizado la necesidad de incluir la renovación de los sistemas de abastecimiento de agua y saneamiento de las ciudades en sus planes estratégicos de inversión.
Esta es una de las conclusiones del estudio ‘Análisis de las necesidades de inversión en renovación de las infraestructuras del ciclo urbano del agua’, que ha presentado la Cátedra Aquae de Economía del Agua (impulsada por Fundación Aquae y la UNED) y la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS).
Según este trabajo, el primero que evalúa las necesidades de renovación de los activos asociados al ciclo urbano del agua en nuestro país, la inversión que debería realizarse en la nación para mantener de forma sostenible estas infraestructuras, utilizadas por 47 millones de habitantes y 80 millones de turistas al año, se sitúa entre los 2.221 y los 3.858 millones de euros anuales.
Según señala Amelia Pérez Zabaleta, directora de la Cátedra Aquae, «no podemos perder de vista el enorme impacto del cambio climático en el ciclo hidrológico en el mundo, alterando los patrones de las precipitaciones, incrementando la frecuencia e intensidad de fenómenos climatológicos extremos, dando lugar a sequías e inundaciones con una gran repercusión para las ciudades. Es decir, el cambio climático está magnificando los problemas que ya existían; por tanto, invertir en infraestructuras del ciclo urbano del agua es clave no solo para mantener el actual conjunto de instalaciones hidráulicas de nuestro país, sino también para adelantarnos a futuros escenarios frutos del cambio climático».
Las infraestructuras analizadas en este estudio son las redes de aducción (tuberías destinadas a conducir el agua desde la obra de captación hasta la planta de tratamiento), las plantas potabilizadoras, los depósitos, las redes de abastecimiento, las redes de alcantarillado, las estaciones de bombeo, los tanques de tormenta y las depuradoras de aguas residuales. Todas se engloban en el ámbito urbano local, lo que significa que los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento en España son competencia de los más de 8.000 municipios que pueblan nuestro país.
¿Cuánto vale nuestro “patrimonio” hidráulico urbano?
Según el inventario realizado en este estudio, actualmente España tiene 23.789 km de redes de aducción; 248.245 km de redes de abastecimiento; y 189.203 km de redes de saneamiento. Además, nuestro país también cuenta con 1.640 Estaciones de Tratamiento de Agua Potable (ETAP); 2.232 Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR), así como con 29.305 depósitos y 456 tanques de tormenta.
Estas redes e infraestructuras tienen un valor aproximado de 207.492 millones de euros: la red de aducción está valorada en 5.138 millones de euros; la red de abastecimiento, en 36.059 millones de euros; la red de saneamiento, en 128.917 millones de euros; las ETAP, en 7.454 millones de euros; las EDAR, en 14.466 millones de euros; los depósitos, en 12.188 millones de euros; los tanques de tormenta, en 1.413 millones de euros; y las estaciones de bombeo vigentes tienen un valor de 1.856 millones de euros.
En relación a obra nueva, la inversión necesaria para construir nuevas infraestructuras hidráulicas en las ciudades españolas asciende a 45.192 millones de euros de aquí a 2033 (19.888 millones hasta 2021; 14.908 millones, entre 2022 y 2027; y 10.3976 millones de euros entre 2028 y 2033). En este estudio no se profundiza en estos datos ya que están perfectamente referenciados en los planes hidrológicos de cuenca, elaborados por el Ministerio de Transición Ecológica.
«La actual política nacional sobre el agua solo visibiliza la denominada “obra nueva”, pero es imprescindible visibilizar, entre la ciudadanía y las autoridades políticas, las necesidades de renovación del extraordinario parque de infraestructuras e instalaciones existentes en España», explica Pérez Zabaleta.
«A nivel sistémico, el sector del agua urbana tiene un déficit en la renovación de este extenso parque de infraestructuras, por lo que esperamos que la divulgación de este estudio anime a las administraciones públicas competentes a plantearse la necesidad de renovarlo, ya que hasta ahora este “patrimonio” ha sido invisible para nuestras autoridades centrales y autonómicas, incluso en la planificación», concluye la directora de la Cátedra Aquae.
Además de la Cátedra Aquae y AEAS (asociación técnica que reúne a la gran mayoría de operadores de los servicios de abastecimiento y saneamiento), en este trabajo también ha colaborado el grupo de investigación Ciencias de Ingeniería y Desarrollo Global (EScGD) del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).