Connecting Waterpeople
DHI
Terranova
ABB
MOLEAER
Gobierno de la Comunidad de Madrid
Elmasa Tecnología del Agua
ESAMUR
EPG Salinas
Asociación de Ciencias Ambientales
Control Techniques
Amiblu
Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia
AECID
Netmore
TecnoConverting
Regaber
Confederación Hidrográfica del Segura
Esri
Cibernos
LACROIX
Bentley Systems
ADECAGUA
RENOLIT ALKORPLAN
ACCIONA
CAF
ECT2
Cimico
Baseform
Likitech
ITC Dosing Pumps
Elliot Cloud
Hidroconta
Saint Gobain PAM
UNOPS
VisualNAcert
AGS Water Solutions
Sacyr Agua
IAPsolutions
KISTERS
Telefónica Tech
EMALSA
AZUD
Innovyze, an Autodesk company
Fundación Biodiversidad
Grupo Mejoras
Molecor
NSI Mobile Water Solutions
Rädlinger primus line GmbH
ADASA
Catalan Water Partnership
Cajamar Innova
Gestagua
s::can Iberia Sistemas de Medición
IIAMA
FLOVAC
UPM Water
Centro Nacional de Tecnología de Regadíos (CENTER)
Almar Water Solutions
Fundación CONAMA
Red Control
Laboratorios Tecnológicos de Levante
HANNA instruments
TFS Grupo Amper
ICEX España Exportación e Inversiones
Consorcio de Aguas de Asturias
Blue Gold
Idrica
Fundación Botín
Vector Energy
AGENDA 21500
Smagua
Danfoss
Agencia Vasca del Agua
ISMedioambiente
Isle Utilities
Global Omnium
TEDAGUA
Filtralite
Aganova
Barmatec
SEAS, Estudios Superiores Abiertos
Kamstrup
Minsait
Xylem Water Solutions España
J. Huesa Water Technology
DAM-Aguas
Saleplas
SCRATS
AMPHOS 21
ONGAWA
Schneider Electric
Mancomunidad de los Canales del Taibilla
DATAKORUM
Kurita - Fracta
MonoM by Grupo Álava
STF
NTT DATA
Sivortex Sistemes Integrals
Aqualia
FENACORE
Ingeteam
GS Inima Environment
Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
Lama Sistemas de Filtrado
Fundación We Are Water
LABFERRER

Se encuentra usted aquí

Fundación Aquae y la UNED analizan 152 yacimientos milenarios relacionados con el agua

Sobre la Entidad

Fundación Aquae
Fundación Aquae quiere ser centro de referencia, nacional e internacional, en torno al agua. 
  • Fundación Aquae y UNED analizan 152 yacimientos milenarios relacionados agua

Fundación Aquae y la UNED acaban de publicar ‘Aguas mineromedicinales, termas curativas y culto a las aguas en la Península Ibérica (desde la Protohistoria a la Tardoantigüedad)’, publicación que analiza 152 yacimientos relacionados con el termalismo medicinal o el culto a las divinidades de las aguas en el periodo comprendido entre la segunda Edad del Hierro y la Antigüedad Tardía, en el ámbito geográfico de la Península Ibérica.

Esta obra, de carácter venal, radiografía en detalle estos yacimientos en 152 fichas que incluyen una introducción general que los contextualiza; datos referidos a la época prerromana, si los hubiere; así como datos de la época romana, ya sean inscripciones, hallazgos numismáticos (monedas) o restos arquitectónicos. Siempre que ha sido posible, también se ha especificado la composición y la temperatura del agua de las surgencias analizadas.

Según explica la arqueóloga Carme Miró, una de las principales autoras de esta obra, «la evolución geológica determina la aparición, y también la desaparición, de manantiales con temperaturas y composiciones químicas diversas, que otorgan a estas fuentes un carácter “especial” que propicia su utilización con fines curativos o religiosos. Este uso arranca desde la remota Antigüedad y se mantendría, en numerosos ejemplos, hasta nuestros días».

Si uno de los elementos que definía la ciudad en la época romana era la existencia de termas –con fines lúdicos e higiénicos- e incluso en muchas villae y mansiones se construía un pequeño establecimiento termal o balneum; en el caso de las termas medicinales o curativas, estas se edificaban allí donde brotaba el agua. «Por eso, no podemos olvidar que el hecho que determina la localización de estas termas medicinales es su proximidad al manantial que las alimenta», subraya Miró.

Algunas termas curativas propiciaban la construcción de asentamientos en los que se llevaban a cabo los tratamientos y se alojaba a enfermos y a sus acompañantes y, seguramente, también a médicos y sacerdotes, al mismo tiempo que impulsaban una red de caminos de acceso a estos enclaves. En estos casos, el agua era el ingrediente imprescindible para aplicar, trabar y administrar los hongos, barros y hierbas curativas mediante emplastos, pomadas, fangoterapia, maceraciones e infusiones.

Esta clase de complejos termales suponían, en muchos casos, la aparición de nuevos enclaves que modificaban el paisaje antiguo, propiciando incluso el surgimiento de núcleos urbanos estructurados en torno al establecimiento termal, como ocurrió en Caldas de Montbui (Barcelona), las mejor conservadas de la Península Ibérica; o en Aquae Flaviae, en Chaves (Portugal). «Algunos de estos lugares con manantiales de aguas a altas temperaturas, en función de su aprovechamiento, eran conocidos con la denominación “Aquae” o “Aquae Calidae”», señala María Jesús Peréx, doctora en Historia Antigua y una de las autoras de esta publicación.

El agua, puente al Más Allá

En el mundo antiguo, los límites entre la medicina, la magia y la religión estaban íntimamente interrelacionados. En Grecia, Roma, Egipto y en el ámbito fenicio-púnico se observan elementos mágicos en los rituales religiosos y preceptos médicos en la práctica de la incubatio (rito prehipocrático utilizado en santuarios para que el dios revelara cómo sanar); todo ello bajo la protección de las divinidades. Para el mundo ibérico, al igual que para el céltico y el mediterráneo, las aguas constituían el elemento de paso al Más Allá, vía de comunicación con los antepasados que moran junto a los dioses. Al igual que en el mundo antiguo, en el mundo ibérico la purificación mediante las aguas restablecía la armonía a tres niveles: individual, social y espiritual.

A las advocaciones a las divinidades relacionadas con las aguas, como las Ninfas, se suman otras relacionadas con la salud, como Salus, o, incluso, algunas ajenas a ellas como en el caso de la inscripción a Juno (diosa de la maternidad en la mitología romana), localizada en Alange (Badajoz). También se han encontrado algunas advocaciones a divinidades indígenas, existentes con anterioridad a la colonización romana, relacionadas con el culto a determinadas aguas. «De ahí que, aunque se haya generalizado la expresión “culto a las aguas”, lo que subyace es el culto a las divinidades que se manifiestan por medio de determinadas aguas», destaca Peréx.

Esta publicación es el resultado de años de investigación por parte de un equipo de expertos compuesto, entre otros, por el doctor en Geología, investigador del CSIC y especialista en vulcanismo, Carlos Martín Escorza; el doctor en Historia Antigua Javier Andreu, especialista del “hábito epigráfico”; la arqueóloga Carme Miró, responsable del Plan Barcino del Ayuntamiento de Barcelona; o María Jesús Peréx, doctora en Historia Antigua, que ha realizado el análisis arquitectónico de estos establecimientos.

Más información aquí.

Redacción iAgua

La redacción recomienda