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Juan Carlos García: "En Horizonte Europa la financiación destinada al agua está bastante dispersa"

  • Juan Carlos García: " Horizonte Europa financiación destinada al agua está bastante dispersa"

Sobre la Entidad

Fundación CONAMA
La filosofía de la Fundación Conama es crear puntos de encuentro y promover la colaboración entre los diferentes interlocutores del sector ambiental para establecer redes que permitan avanzar en un desarrollo sostenible.

El grupo de trabajo Agua y Economía Circular de Conama, formado por expertos en agua, innovación y medio ambiente, ha elaborado el informe Agua y Economía Circular, un documento en el que se explica la relación entre ambos conceptos, los proyectos en marcha en este ámbito y las barreras a la que se enfrentan (falta de una regulación adecuada, la financiación y la aceptación social).

Para profundizar en dicho documento, en iAgua entrevistamos a los componentes del grupo. Hablamos con Juan Carlos García, National Contact Point y Experto en el Comité de Programa de SC5 de H2020​ en el CDTI.

Pregunta - Nos gustaría conocer su trayectoria profesional con detalle.

Respuesta - Soy Ingeniero Agrónomo por la UPM, especialidad Industrias Agroalimentarias y Máster en Ciencia y Tecnología Química por la UNED. Actualmente estoy compaginando los estudios del grado de Administración y Dirección de Empresas con un máster sobre la Unión Europea.

Trabajé durante 10 años en diferentes ingenierías como Jefe de Proyectos. Aproximadamente 3 años para una multinacional alemana, ejecutando proyectos “llave en mano” en los sectores “food & beverage” y farma y 7 años en compañías del sector del agua, diseñando y ejecutando instalaciones de potabilización, desalación, depuración de aguas urbanas e industriales, tanto a nivel nacional como internacional e incluso en proyectos de cooperación al desarrollo.

Actualmente hay muchos instrumentos a los que los actores implicados en el sector del agua pueden acudir para financiar sus ideas de proyectos relacionados con la economía circular

A finales del año 2005 comencé a trabajar en el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), entidad pública empresarial que actualmente pertenece al Ministerio de Ciencia e Innovación, aunque por entonces estaba encuadrado en el Ministerio de Economía. El CDTI funciona como la Agenda Española de Innovación, financiando los proyectos de I+D+i a las empresas españolas. Durante 10 años, trabajé en el Dpto. de Seguimiento, donde se realizan las auditorías técnicas de los proyectos de I+D financiados por CDTI.

A mediados de 2016 pasé a trabajar en el Dpto. de Retos Sociales, perteneciente a la Dirección de Programas de la UE y Cooperación Territorial, donde estamos al cargo de la gestión del actual programa europeo de I+D, Horizonte 2020. Mi posición es la de Punto Nacional de Contacto en el Reto Social 5, “Acción por el clima, media ambiente, eficiencia en los recursos y materias primas”. En esta área temática se financian, entre otros muchos, proyectos relacionados con el agua.

Como PNC me encargo de promocionar el instrumento, de asesorar a las entidades españolas que quieren participar en H2020, de intervenir en múltiples foros donde puedo ayudar a establecer sinergias entre diferentes entidades españolas, etc. Además, hace un año fui nombrado experto en el Comité de Programa de Reto Social 5, donde tengo la función de dar apoyo a la representante española, que también es personal de CDTI. En este foro es donde se negocia con el resto de países de la UE y la Comisión Europea, el texto de los programas de trabajo que determinan los temas que van a ser financiados y de los que tengo que hacer la labor de asesoramiento en mi papel de PNC.

P. - ¿Cuáles son las principales conclusiones del informe Agua y Economía Circular en lo relativo a la financiación?

R. - Actualmente hay muchos instrumentos a los que los actores implicados en el sector del agua pueden acudir para financiar sus ideas de proyectos relacionados con la economía circular. Hay una clara apuesta por la financiación europea, no solo por la cantidad de fondos e instrumentos disponibles, sino por el intangible de la colaboración con entidades internacionales, lo que siempre aporta valor mucho más allá del puramente financiero.

La Declaración de Sevilla es un compromiso de las ciudades por la economía circular y suscrito por más de un centenar de autoridades locales

No obstante, cada día surgen desafíos que abordar, no solo con investigación e innovación, sino también con nuevos modelos y procesos y las entidades de financiación deben estar preparadas para adaptar los programas a las nuevas realidades.

P. - Los organismos internacionales y las administraciones europeas, nacionales, autonómicas y locales, ¿están dotando con financiación programas para la promoción de la economía circular?

R. - Desde los distintos niveles de la administración europea y española se están impulsando las diferentes estrategias de economía circular, entre cuyas medidas se encuentran la financiación de los programas de I+D+i para la transformación hacia sistemas circulares.

A nivel europeo, el programa más importante que da respuesta a estos desafíos es el actual Horizonte 2020 y el próximo Horizonte Europa que comenzará en enero de 2021 y que da continuidad a H2020. En ambos programas hay partidas dedicadas específicamente a financiar proyectos que ayuden en la transición a la economía circular. De hecho, existen las denominadas “focus areas”, que corresponden a retos que no se pueden abordar desde una sola temática, necesitando un enfoque multidisciplinar y ser abordados desde varios puntos de vista. Una de estas “focus areas”, precisamente, es Circular Economy.

A nivel español, se empezó a elaborar la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC) y se ha firmado por más de 300 instituciones el Pacto por una Economía Circular, con el objetivo de implicar a los principales agentes económicos y sociales españoles en la transición hacia el nuevo modelo económico. El Plan de acción de la EEEC contempla cinco líneas principales de actuación y tres de carácter transversal, una de las cuales es la “investigación, innovación y competitividad”.

Todas las estrategias de economía circular, tanto a nivel local, como regional, nacional o europeo tienen alguna de sus líneas dedicadas a algún aspecto relacionado con el agua

La nueva Ley de contratos también intenta dar un impulso al desarrollo de la compra pública verde, que se considera como una de las principales fuerzas motrices para el desarrollo de la economía circular.

A nivel autonómico, destacan las estrategias de Cataluña, Euskadi, Murcia, Navarra y Extremadura, junto a las de otras comunidades que están en desarrollo, como las de Canarias, Galicia o Castilla y León. Otras comunidades, sin tener estrategias específicas, sí tienen políticas orientadas hacia su impulso. Por ejemplo, la Estrategia Andaluza de Desarrollo Sostenible 2030 que cuenta como uno de sus objetivos transversales el fomento de la I+D+i.

A nivel local destacan varias iniciativas, como por ejemplo la Declaración de Sevilla, que es un compromiso de las ciudades por la economía circular y suscrito por más de un centenar de autoridades locales, así como la estrategia impulsada por la Federación Española de Municipios y Provincias.

P. - ¿Qué peso tiene el agua en estas iniciativas?

R. - El agua está presente en todas estas iniciativas. Todas las estrategias de economía circular, tanto a nivel local, como regional, nacional o europeo tienen alguna de sus líneas dedicadas a algún aspecto relacionado con el agua. Por ejemplo, la estrategia elaborada por la FEMP tiene como una de sus cuatro grandes áreas temáticas, la gestión del consumo del agua; o en el caso de la estrategia española, uno de cuyos ejes de actuación es la reutilización del agua.

En H2020 solo un 11% del presupuesto destinado a economía circular ha ido dedicado al agua

Otra cuestión es si esto es suficiente, si se dota a los instrumentos de una financiación adecuada, si se abarcan todas las casuísticas y si se le da la visibilidad necesaria. En este sentido tengo que ser un poco pesimista. Por ejemplo, en H2020 solo un 11% del presupuesto destinado a economía circular ha ido dedicado al agua.

Pero como decía, no es solo un problema de financiación. Por ejemplo, ¿se han recogido todos los aspectos relacionados con la circularidad del agua? Anteriormente comentaba que en la estrategia española uno de los ejes de actuación es la reutilización del agua, pero ¿qué ocurre con cuestiones como la recolección de agua de lluvia, recuperación energética o de productos químicos, reúso de diferentes calidades, etc, que no están presentes?

Por otra parte, se está en el proceso de definición de Horizonte Europa. En este programa que va a marcar las actuaciones de I+D+i en Europa para los próximos 7 años, la financiación destinada al agua está quedando bastante dispersa entre el resto de temáticas, sin otorgarle la relevancia e importancia que por el peso que el sector tiene en la economía, medioambiente y sociedad, merecerían.

En definitiva, es necesario seguir trabajando desde todos los sectores implicados para que las políticas europeas y nacionales reflejen de manera fehaciente el papel crucial del agua y aborden las diferentes problemáticas que se nos presentan, dotando de la adecuada financiación a los entidades que están trabajando en ello.

P. - ¿Cuáles son los principales canales para destinar inversión en iniciativas relativas a la integración de la gestión del agua en la economía circular?

R. - Ya he mencionado alguna. Hay varias iniciativas a nivel europeo y nacional: en Europa disponemos del programa H2020 y el próximo HE, tanto en proyectos en consorcio como en proyectos individuales, estos últimos bajo el paraguas del piloto que se está desarrollando en el European Innovation Council, el antiguo SME Instrument Phase 2. También contamos con el programa LIFE, COSME, los diferentes Interreg, como el Europa o el SUDOE, las Urban Innovative Actions, la Water JPI o la Iniciativa PRIMA (Parnership for Research and Innovation in the Mediterranean Area).

Hay que incentivar que no solo sean las administraciones las que financien los proyectos, sino que también se canalice la financiación privada hacia este tipo de iniciativas

A nivel nacional están los tradicionales instrumentos de CDTI: los proyectos I+D, los CIEN, los Proyectos de Transferencia Cervera o el novedoso Compra Pública Innovadora. Y por supuesto, las líneas con las que cuentan las diferentes comunidades autónomas y ayuntamientos.

P. - ¿Cree que este tipo de proyectos cuentan con financiación suficiente?

R. - Sinceramente creo que no. Ponía antes el ejemplo del programa H2020 que dedica a proyectos relacionados con el agua solo un 11% del presupuesto destinado a proyectos de economía circular.

No obstante, en muchas ocasiones no es un problema de tener disponible la financiación, sino de conocimiento por parte de las entidades de los instrumentos que tienen a su disposición y cuál es el más apropiado para sus intereses.

P. - ¿Cómo se podría acelerar la transición del sector del agua hacia la economía circular desde una perspectiva financiera?

R. - Como decía antes, muchas veces el problema no es esencialmente financiero, o no solo es financiero. Quiero decir, ¿hay falta de financiación para este tipo de proyectos? Si consideramos todo lo que es necesario hacer, todas las actuaciones que son necesarias llevar a cabo, la respuesta es sí. Pero, ¿todas las entidades que tienen que necesitan adaptarse a una economía circular, conocen y aprovechan los instrumentos que tienen a su disposición? La respuesta es claramente no.

En este sentido hay que hacer un esfuerzo muy grande en varios ámbitos, no solo el financiero, sino también informativo y tecnológico. Hay que fomentar la colaboración y el diálogo entre el mundo académico, las empresas, la administración y como no, la ciudadanía que tiene que demandar productos y servicios circulares y servir por tanto de tracción para que las empresas los ofrezcan y para que las administraciones y los agentes privados los financien.

Hay que incentivar que no solo sean las administraciones las que financien los proyectos, sino que también se canalice la financiación privada hacia este tipo de iniciativas. También hay que buscar mecanismos innovadores que permitan la adopción de nuevas tecnologías, productos o servicios por parte de la administración pública para que sirva de tracción y de palanca impulsora del sector.

Además, en España, contamos con un tejido empresarial dominado por pymes y microempresas, lo que dificulta mucho la innovación y la inversión. Atender a esta realidad requiere planificar medidas de incentivo, diseñando procedimientos de apalancamiento que moderen el riesgo para las empresas en compensación con el beneficio social que se obtiene al resolver retos que son de interés general.

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