El lunes 27 de junio comenzó la segunda edición de Nuevo Regadío Forum, un evento que nació en 2021 con el objetivo de convertirse en un punto de encuentro de administraciones públicas, comunidades de regantes, empresas y profesionales para llevar a la audiencia de España y Latinoamérica la imagen más fiel del uso del agua en la agricultura del siglo XXI.
Tras las palabras de inauguración de Alejandro Maceira, fundador y director de iAgua, Cristina Clemente, subdirectora general de Regadíos, Caminos Naturales e Infraestructuras Rurales del MAPA, ofreció un discurso centrado en la nueva política de regadíos del MAPA. A continuación, destacados representantes de administraciones de varias comunidades autónomas con importante peso del regadío, dieron a conocer las políticas, planes y programas de inversión previstos en esta materia.
En primer lugar, habló Jesús Nogués, director general de Desarrollo Rural en el Gobierno de Aragón, y tras él fue el turno de Antonio Quintana, director general de Agricultura, Ganadería y Pesca en la Generalitat Valenciana, que comentó que “el regadío incrementa la productividad y produce alimentos de mayor valor añadido”. En cuanto a la situación de la Comunitat Valenciana, la superficie regada es de 338.000 hectáreas, que ha pasado en los últimos 35 años de un 38% a un 51% de superficie de regadío. “La agricultura de la Comunitat Valenciana es el motor de su economía y tiene un peso muy importante en las exportaciones”.
En este sentido, Antonio Quintana señaló que “el aumento de la superficie de riego localizado es muestra del esfuerzo de los regantes y de la implicación de la Generalitat Valenciana en implantar un modelo de regadío eficiente y sostenible”. Respecto a los objetivos de la Generalitat, Antonio Quintana enumeró la consolidación y modernización del regadío valenciano, asegurar su variabilidad económica, así como sus sostenibilidad en términos sociales y ambientales, todo ello a través de diferentes instrumentos, como son la realización de obras de interés general, una orden de ayudas para la utilización racional del agua, sufragada mediante fondos propios y una orden de ayuda para comunidades de regantes, sufragada con el Programa de Desarrollo Rural. En definitiva, en los últimos cuatro años se han invertido más de cien millones de euros.