El Pleno municipal de Rascafría acordó este lunes rescindir el contrato con el Canal de Isabel II, encargada de gestionar el agua del municipio, después de que una consulta vecinal el pasado 26 de abril arrojara que el 72% de los participantes apostaban por un cambio de modelo.
En concreto, según ha recordado la plataforma vecinal, los convenios que se van a rescindir fueron suscritos con el Canal de Isabel II en junio de 2012, por los cuales traspasaba a la empresa pública la distribución del agua y el alcantarillado por un periodo de 50 años.
El 72% de los participantes apostaban por un cambio de modelo
Con esta decisión del Pleno, el siguiente paso es iniciar el proceso de remunicipalización del servicio. La decisión se tomó con los votos a favor de cinco concejales del PP, tres votos en contra del PSOE (partido que gobierna el Consistorio) y la abstención de un concejal independiente.
Los miembros del equipo de Gobierno municipal acordaron, asimismo, constituir un Consejo Sectorial del Agua donde se establecerán los pasos a seguir en el proceso de remunicipalización compuesto por un representante del equipo de Gobierno, uno de la oposición, dos de la Plataforma y uno de la Urbanización los Grifos.
Consulta vecinal
La decisión del pleno municipal se corresponde con el resultado de la consulta ciudadana celebrada el pasado 26 de abril, en la que participó el 64 por ciento de las personas censadas en el municipio. De éstas, el 72 por ciento (587 vecinos) se decantó contra la cesión de la gestión del agua al Canal de Isabel II.
Rascafría llevaba 50 años gestionando su agua y ha construido con sus propios medios una presa de captación y su red de suministro y alcantarillado. "Sus vecinos, por tanto, no entienden que para mejorar la red municipal y contribuir al gasto de la depuración el Ayuntamiento firme un convenio con Canal de Isabel II Gestión ya que, además de incrementar abusivamente el precio del agua, cede a la empresa el patrimonio municipal y pierde el control de la gestión", destacan.
En agosto de 2013, un grupo de vecinos constituyeron una plataforma para exigir la revocación del convenio y que el Ayuntamiento volviera a asumir la gestión del agua. En apenas unos días recogieron la firma de 1.200 vecinos del municipio.