En el ámbito de la gestión de sistemas de distribución de agua, el control de presión es una de las estrategias más efectivas para reducir el agua no registrada (ANR). Este control no solo minimiza las fugas y roturas en la red de distribución, sino que también optimiza el rendimiento del sistema y prolonga la vida útil de los componentes.
Importancia del control de presión
El agua no registrada comprende tanto las pérdidas reales (físicas) como las aparentes (comerciales). Las pérdidas reales, principalmente causadas por fugas y roturas en las tuberías, están estrechamente relacionadas con la presión del sistema. Un control adecuado de la presión puede reducir significativamente estas pérdidas, mejorando la eficiencia operativa de la red de distribución.
Estrategias de gestión de la presión
1. Zonificación de la presión
- Segmentación de la red: Dividir la red de distribución en zonas más pequeñas y manejables. Esto facilita la monitorización y control preciso de la presión en cada segmento.
- Beneficios: Mejora la localización de fugas y permite una respuesta más rápida a las variaciones de presión.
2. Reducción de presión en horas de baja demanda
- Válvulas reguladoras de presión: Instalar válvulas reguladoras que ajusten automáticamente la presión según la demanda. Durante las horas de baja demanda, la presión puede reducirse sin afectar el suministro, disminuyendo así el riesgo de fugas.
- Beneficios: Reducción de las fugas nocturnas y prolongación de la vida útil de las tuberías.
3. Regulación dinámica de la presión
- Monitorización en tiempo real: Utilizar sistemas que permitan ajustar la presión de manera dinámica, respondiendo rápidamente a cualquier cambio en la demanda o en las condiciones de la red. Mediante consigna horaria o consigna de una variedad de sensores.
- Beneficios: Optimización continua del sistema, reducción de costos operativos y mejora en la detección de anomalías.
4. Análisis de transitorios de presión
- Modelación hidráulica: Implementar herramientas de modelación hidráulica para predecir y analizar los transitorios de presión (golpes de ariete) que pueden causar daños severos en la red.
- Beneficios: Prevención de roturas, reducción de costos de mantenimiento y minimización del riesgo de interrupciones en el suministro.
Beneficios del control de presión
- Reducción de pérdidas de agua: Menor incidencia de fugas y roturas, lo que contribuye a una disminución significativa del agua no registrada.
- Optimización del consumo energético: Al mantener una presión adecuada, se optimiza el consumo energético de las bombas, reduciendo los costos operativos.
- Mejora en la calidad del servicio: Un control preciso de la presión asegura un suministro constante y confiable, mejorando la satisfacción de los usuarios finales.
- Sostenibilidad del sistema: La reducción de fugas y roturas prolonga la vida útil de la infraestructura, contribuyendo a la sostenibilidad a largo plazo del sistema de distribución.
El control de presión es, sin duda, una herramienta esencial para reducir el agua no registrada. Su implementación, respaldada por tecnologías avanzadas y un enfoque proactivo, no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también asegura la sostenibilidad del recurso hídrico, beneficiando tanto a las empresas proveedoras como a los usuarios finales.
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