Las consecuencias del calentamiento global son cada vez más evidentes en Canadá. El país se calienta, en promedio, dos veces más rápido que otros puntos del planeta. Entre 1948 y 2016 la temperatura media se incrementó en 1,7 °C. De esta forma, el deshielo ocurre cada vez más temprano, hay más días de calor extremo y se incrementa el número de precipitaciones. Todo esto supone un mayor riesgo de inundaciones, de plagas y enfermedades, y una mayor demanda de refrigeración, lo que ejerce mayor presión sobre la capacidad eléctrica. Asimismo, afecta a las propiedades y a la infraestructura.
Entre 2009 y 2015, las provincias y territorios recibieron compensaciones federales del programa de asistencia financiera para casos de desastres que fueron mayores que las recibidas durante los treinta y nueve años anteriores. El 75 % de las ayudas se destinaron a paliar daños causados por inundaciones. Además, la Oficina para los Seguros de Canadá estima que cada 5-10 años los pagos de indemnizaciones a particulares relacionados con daños causados por fenómenos climáticos extremos se duplican. En 2020-2021 los pagos sobrepasaron los 1 000 millones de dólares canadienses (CAD).
Las inundaciones son un problema creciente en el país, y los sistemas de drenaje de sus grandes ciudades no están preparados para enfrentarlo. La expansión de las ciudades ha alterado las cuencas naturales, lo que afecta negativamente al tratamiento de los altos caudales de lluvia. Por ello, las grandes áreas metropolitanas de Canadá deben modificar sus planes de infraestructura, ya que el crecimiento de las grandes ciudades requiere mejoras en las infraestructuras, carreteras, transportes y aguas. Este es el enfoque que están adoptando ciudades como Calgary, Montreal y Toronto.
Una estrategia de planificación que incorpora estas consideraciones es el plan de infraestructuras de Toronto. En 2023, el gobierno presentó la actualización de WWFMP (Plan Maestro de Flujo de Climas Húmedos) para proteger la red de infraestructuras y mejorar la calidad del agua. Dicho plan, propone la construcción de túneles de almacenamiento y la mejora de las plantas de tratamiento de aguas de la ciudad. El plan consta de cinco proyectos principales, entre ellos el del sistema de flujos de lluvia del Río Don y del Frente Marítimo Central. Este proyecto mantendrá los desbordamientos mediante 22 km de túneles compuestos por tres proyectos: Túnel Coxwell Bypass, Túnel Arroyo Taylor-Massey y Túnel Puerto Interior. El presupuesto 2023-2032 para este programa es de 4 300 millones de dólares canadienses (CAD).
El Proyecto del Río Don y el Litoral Central es un proyecto clave para el funcionamiento adecuado de la ciudad en condiciones extremas, pues incluye la construcción de los tres túneles grandes (Coxwell, Taylor-Massey y Puerto Interior), citados. Este proyecto, adjudicado a North Tunnel Constructors ULC (Consorcio entre Jay Dee, Michels Canada y McNally C&M Tunnel Constructors) en 2018, cuenta con una inversión de 397 millones de dólares canadienses (CAD). Se espera que el primer túnel esté completado para 2024.
El proyecto completo añadirá más de 650 000 m3 de almacenamiento, pero no estará completado hasta dentro de 15 años. Este dato es un baño de realidad para la ciudadanía y el gobierno de la gran metrópoli, quienes esperan una solución inmediata. Además, la pandemia y la inflación posterior inducida han empeorado la situación, ya que la financiación de este proyecto proviene casi en su totalidad de la tarifa del agua.
El WWFMP es un plan progresivo; tras la finalización de la primera fase, en 2025 Toronto Water comenzará la nueva planificación y en 2028 se llevará a cabo una revisión completa del plan.
Para más información, contacta con nuestros expertos en la Oficina Económica y Comercial de España en Ottawa o descarga los informes sobre el sector agua en el mercado canadiense disponibles en la web ICEX.