(IMDEA) Hoy jueves 7 de marzo ha comenzado el simulacro de emergencias, el mayor de estas características en España, en el que tiene lugar la supuesta rotura de la presa del Pontón Alto causada por inundaciones y la emisión de gases radiactivos, además de rescates aéreos y acuáticos. Unos 2.000 efectivos participarán, entre jueves 7 y el lunes 11 de marzo, desarrollando está actividad en Segovia.
Con la entrada en marcha del Plan de Protección Civil se activará el nivel 3, lo que supone la declaración de emergencia nacional, la activación de los recursos estatales y la intervención en la gestión del Gobierno de España con la convocatoria del Comité Estatal de Coordinación (CECO). Durante cinco días, helicópteros de la UME, del Ejército de Tierra y de la Guardia Civil, así como un avión no tripulado (UAV), participarán en este simulacro con intervención de efectivos de la de la UME, Protección Civil, Cruz Roja, Guardia Civil, Policía Nacional, y personal de emergencias de comunidades autónomas.
La Unidad de Respuesta a Emergencias de Agua y Saneamiento (ERU WATSAN) de Cruz Roja Española participará en el simulacro para dar asistencia de agua potable en las supuestas zonas afectadas por el desastre. Uno de los miembros participantes es personal de IMDEA Agua e IMDEA SolidariOS.
La ERU de Agua y Saneamiento cuenta con cinco plantas potabilizadoras, el equipamiento y personal especializado necesario para captar, potabilizar, almacenar y distribuir hasta 225.000 litros de agua al día. Estas unidades son exclusivas de Cruz Roja y están destinadas a la asistencia de personas afectadas por desastres naturales a nivel internacional (15 L/día para 15.000 personas). Su funcionamiento es flexible e inmediato, permitiendo prestar su asistencia en un plazo no superior a 48-72 horas tras el desastre, desde un sólo lugar o varios puntos, en función de las necesidades. Además cuenta con la capacidad de mejorar el saneamiento de una población de 5.000 personas y promocionar la higiene en la población afectada. Esta unidad es autónoma durante al menos un mes operando en el terreno durante un máximo de cuatro meses. Tras ello, el equipamiento es donado a la Cruz Roja o Media Luna Roja del país.