En algún punto del Océano Norte, donde convergen las corrientes marinas y el agua entra en calma, se encuentra una isla de plástico con más de 100 millones de toneladas de desechos flotando a la deriva.
Como el plástico tarda décadas o siglos en degradarse y cada día llegan más, la isla se vuelve más y más grande. De acuerdo con algunos especialistas, ahora mismo alcanza el tamaño del estado de Chihuahua o Coahuila, pero en el futuro podría llegar a ser como el continente.