Las obras de la ampliación de la primera fase de la zona regable del Canal de Navarra comenzarán a finales de este año, después de que este miércoles se haya firmado en Pamplona el contrato de concesión para la construcción y explotación de este ramal que beneficiará a quince localidades de las cuencas de los ríos Ega y Arga. La previsión es que su construcción finalice en 2017 y que las primeras hectáreas de cultivo se pongan en riego en 2015.
El acto de firma ha tenido lugar en la sede del Ejecutivo foral, ante la presencia de la Presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, quien en su intervención ha resaltado el carácter "estratégico" de esta infraestructura para la vertebración y el desarrollo de Navarra. Entre otros aspectos, ha destacado que la productividad bruta de las hectáreas incluidas de la primera fase del canal se ha multiplicado por cuatro desde la puesta en marcha de los regadíos.
El texto ha sido rubricado por el consejero de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, José Javier Esparza, en calidad de presidente de la empresa pública INTIA, así como por el presidente-director general de OHL, Rafael Martín de Nicolás, y el director general del AGBAR, Albert Martínez, en representación de la sociedad concesionaria, también participada por las empresas navarras Grupo Obras Especiales, Iruña, HNV y Arian.
La previsión es que su construcción finalice en 2017 y que las primeras hectáreas de cultivo se pongan en riego en 2015
El contrato comprende la construcción de las obras y la explotación y el mantenimiento de la zona regable durante 30 años por la sociedad concesionaria Aguas de Navarra S.A.
En el acto se han dado cita el presidente de la Comunidad de Regantes del Canal de Navarra, Félix Chueca, así como representantes de formaciones políticas y organizaciones sociales y empresariales que apoyan la construcción de esta infraestructura a través de la Plataforma del Agua.
Mejora de los sistemas de riego
El proyecto de ampliación de la primera fase abarca 15.275 hectáreas pertenecientes a las localidades de Andosilla, Azagra, Berbinzana, Cárcar, Falces, Funes, Larraga, Lerín, Lodosa, Mendigorría, Miranda de Arga, Oteiza, Peralta, San Adrián y Sesma, cuyos regantes se beneficiarán de las ventajas que derivan de la concentración parcelaria, la modernización del sistema de riego y la disposición de agua de calidad, procedente de Itoiz.
En la actualidad, este área comprende en sus dos terceras partes regadíos tradicionales con estructuras obsoletas o regadíos con elevados costes de operación y energéticos. Además, presenta problemas de agua en épocas de estiaje, especialmente en la obtenida del río Ega.
El proyecto contempla la transformación en regadío de 5.431 hectáreas de secano y la modernización de otras 6.005 hectáreas de regadío a manta, que se beneficiarán tanto de las ventajas que conlleva el riego a presión como de la garantía de suministro de agua en épocas de estiaje. Además, se reducirán los costes energéticos de otras 3.839 hectáreas de regadíos, muy gravosos en la actualidad debido a que tienen que elevar el agua de riego a grandes alturas (cerca de 200 metros) a través de bombeos dependientes de la red eléctrica.
Con la modernización de las infraestructuras se estima un ahorro de agua de 26,7 hectómetros cúbicos al año, asociado al cambio de unos sistemas de riego a manta obsoletos y con grandes pérdidas, a sistemas de riego a presión (aspersión y goteo) de alta eficiencia que van a consumir unos 5.530 metros cúbicos de agua por hectárea y año del Canal de Navarra.
Los caudales liberados en los ríos Arga y Ega gracias a esta actuación ocasionarán un aumento de agua circulante en los ríos Ega, Arga y Aragón, que podrá ser utilizado no sólo para el cumplimiento de los criterios de la Directiva Marco de Agua, sino también para generar energía.
Aumento de la productividad
En 2013, la productividad bruta por hectárea de la primera fase del Canal de Navarra ascendió a 3.591 euros, por encima de los 3.039 euros obtenida en 2012. En el total de hectáreas útiles, esta productividad bruta equivaldría anualmente a 80,2 millones de euros.
Con la modernización de las infraestructuras se estima un ahorro de agua de 26,7 hectómetros cúbicos al año
Si tenemos en cuenta que la productividad bruta media anterior al riego figuraba en torno a los 897 euros por hectárea de secano, el incremento total de productividad obtenido gracias a la puesta en marcha de los regadíos de la primera fase es de 60,1 millones de euros al año.
Además, también se ha producido una intensificación y diversificación de los cultivos. Durante 2013 se han cultivado en la zona 48 cultivos distintos. Las hortalizas (principalmente tomate, haba, maíz dulce, guisante y alubia), no habituales en la zona hasta la llegada de la transformación, ocupan 3.292 hectáreas.
En ese año el porcentaje de dobles cosechas en toda la zona regable alcanza un 8%, con regadíos que han alcanzado el 22 y hasta el 30% de dobles cosechas. Se han desarrollado en la zona hasta 51 dobles cosechas diferentes (haba-maíz grano, pasto-maíz, guisante-alubia, etc.).