El Gobierno ha acordado declarar bien cultural de interés nacional, en la categoría de monumento histórico y zona arqueológica, el Acueducto romano de San Pedro de Río (Tordera) y Can Cua (Pineda de Mar) en el Maresme.
El Arco de San Pedro de Río y el Acueducto de Can Cua formaron parte de una misma obra hidráulica denominada Acueducto de Pineda. Actualmente estos dos tramos constituyen los únicos testigos visibles y son los más relevantes conocidos hasta ahora en Cataluña.
El origen de este acueducto podría remontarse a la época romana. El Arco de San Pedro, también conocido como Puente del Diablo, es una estructura de 15 metros de longitud y 1,22 metros de anchura con una arcada de 3,13 metros de diámetro. Se construyó con el fin de salvar el desnivel del terreno y la torrentera procedente de la Fuente del Hierro. El tramo conocido como Acueducto de Can Cola servía para salvar un antiguo torrente hoy desaparecido. Se conservan 39 metros de longitud, con cinco pilares, dos pilastras y seis arcos, cuatro de las cuales se conservan en su totalidad.
El acueducto discurría paralelo a la riera de Pineda por la vertiente oriental a lo largo de 3,5 kilómetros. El inicio del trazado se encontraría en el torrente de Río, de donde captaba el agua, hasta la villa romana de Can Roig, yacimiento que conserva un lacustres que podría relacionarse con el final del recorrido.