Connecting Waterpeople
Contenido premium

Contaminación del agua: por qué los DSU no son el único reto

A medida que aumenta la concienciación ciudadana sobre los problemas medioambientales, la calidad del agua se convierte en centro de atención. Empresas gestoras del agua de Reino Unido y Europa están sometidas a una presión cada vez mayor para mitigar su impacto ambiental y proteger ríos, arroyos y cursos de agua vitales.

Sin embargo, como parte de este mayor escrutinio del sector del agua y su gestión de la contaminación, es primordial que el énfasis vaya más allá de la cuestión ampliamente debatida de los desbordamientos de los sistemas unitarios (DSU).

Aunque los retos son diversos en todo el continente, no cabe duda de que hay lecciones clave que aprender y buenas prácticas que compartir tanto a escala nacional como internacional.

    Utility Week, en asociación con Innovyze, ha recogido las opiniones de expertos del sector del agua tanto del Reino Unido como de Europa sobre los complejos retos que deben afrontarse para abordar las causas de la contaminación. Todos los comentarios se hicieron durante un debate virtual, bajo la regla de Chatham House (es decir, no se revela la identidad de los participantes), y durante entrevistas de seguimiento que han sido anonimizadas. En este informe se examinan las oportunidades que tiene el sector para mejorar la calidad del agua y recuperar la confianza de los ciudadanos, en relación con tres temas fundamentales:

    • Personas: ¿Qué papel deben desempeñar los consumidores en la lucha contra la contaminación del agua? ¿Cómo pueden las gestoras del agua utilizar la analítica y la información predictiva para mejorar su interacción con las principales partes interesadas, incluido el sector agrícola?
    • Procesos: ¿Cuáles son los principales retos burocráticos que obstaculizan los avances de las gestoras del agua en la gestión de la contaminación? ¿De qué forma puede disponer de mejores datos ayudar a racionalizar los procesos y optimizar el rendimiento en relación con los objetivos medioambientales?
    • Tecnología: ¿Cuáles son los principales retos de los sistemas de seguimiento antiguos? ¿Cómo está evolucionando el uso de los datos y los modelos de la calidad del agua y cuáles son los obstáculos a la adopción de nuevas tecnologías?

    Personas

    La calidad del agua es una cuestión destacada entre las prioridades políticas y mediáticas, y las empresas gestoras del agua se ven sometidas a una presión cada vez mayor para reducir su impacto ambiental. Sin embargo, un experto en control de la contaminación afirma que hay que centrarse más en la responsabilidad pública colectiva, no solo en las gestoras del agua.

    «Cuando la gente se inquieta por el estado del agua, yo suelo preguntar: ¿Qué hacéis vosotros para mejorarla? Mucha gente tira toallitas húmedas y productos de higiene femenina, o vierte aceites y grasas al desagüe, lo que puede tener efectos perjudiciales para el medio acuático. Si conduces un coche, ¿a dónde va a parar la escorrentía de la carretera?», dijeron.

    Es primordial que el énfasis vaya más allá de la cuestión ampliamente debatida de los desbordamientos de los sistemas unitarios

    «Esto no es solo culpa de las gestoras del agua. Es culpa de todos nosotros. Somos las personas que generamos las aguas residuales que van a los colectores, que queremos estar en los ríos, así que todos tenemos la responsabilidad de ayudar a resolver este problema».

    Insistieron en que hay que lograr «trasladar la responsabilidad», y añadieron: «Tenemos que repartir la culpa y ‘repartir amor’».

    Un ejecutivo de una gestora del agua europea coincidió en la importancia de un cambio de actitud por parte del público. En su opinión, se necesita «educación, formación y transparencia» para lograr este cambio. «Pero no basta con eso: hay que apoyarlo con los datos y la información adecuados de toda la red».

    Mejorar la interacción con los ciudadanos y compartir más información sobre la calidad del agua local es clave. «En algunos lugares, desde luego en las zonas rurales y suburbanas más pequeñas, se puede compartir información en las redes sociales y puede ser muy valiosa», explicó otro directivo. «Cuando la gente sabe que se producen vertidos desde un punto de desbordamiento del sistema de saneamiento reiteradamente, parece que realmente les anima, lo cual es excelente».

    Sin embargo, añadieron que «sería estupendo que pudiéramos tener el mismo nivel de interés y analítica sobre otras fuentes de contaminación», como las emisiones de los coches y los sedimentos, y no solo los DSU.

    Todos los participantes en el informe coinciden en que la lucha contra los DSU no debe ir en detrimento de los esfuerzos para solucionar otras causas de contaminación del agua. 

    Desde una perspectiva británica: «La razón por la que los DSU son noticia en estos momentos es que Surfers Against Sewage realizó una brillante campaña mediática. Compartieron sus argumentos y ahora la próxima legislación y la próxima tecnología lo reflejarán».

    «Pero eso entraña un peligro: no podemos centrarnos en una o dos cosas e ignorar todo lo demás. Si no, dentro de cinco años, habrá un revuelo sobre por qué tenemos el problema B, cuando hemos dedicado todo nuestro tiempo, esfuerzo y dinero en el problema A».

    • Las empresas gestoras del agua se ven sometidas a una presión cada vez mayor para reducir su impacto ambiental

    Es hora de tomar decisiones enérgicas

    También se habló de la necesidad de una mayor intervención por parte de los gobiernos para ayudar a reducir la contaminación, como forma de apoyar a los ciudadanos en dicha reducción. «Creo que la mayoría de la gente quiere hacer lo correcto, pero también quiere que la vida sea fácil, sobre todo aquí y en muchos otros países europeos», afirmó un ejecutivo británico. «Si haces que una elección sea fácil para la gente, la tomará. Si empezamos de arriba abajo, hay cosas sencillas que el gobierno puede legislar».

    Las empresas gestoras del agua se ven sometidas a una presión cada vez mayor para reducir su impacto ambiental

    Un ejemplo es el uso de toallitas húmedas, que uno de los participantes describió como «la pesadilla de cualquier gestor de activos». Y añadía: «Todos los fabricantes de toallitas húmedas incluyen en el envase la mención de que su producto está certificado como desechable por el inodoro, porque trabajan con una norma diferente a la de las gestoras del agua».

    «Si el gobierno dijera que todos los envases deben cumplir la misma norma que las gestoras de agua para determinar si las toallitas son o no desechables por el inodoro, de repente todos estos productos serían biodegradables y disolubles hasta el punto de poder ir al alcantarillado. Eso impulsaría el mercado en cierta dirección y facilitaría mucho la vida de las personas».

    Sin embargo, otra persona del sector se quejó de que los gobiernos son a menudo «demasiado débiles y están demasiado en deuda con las empresas como para ser suficientemente firmes». «La gente seguirá causando daños al medioambiente, no a propósito, sino por pereza. Es frustrante porque las personas a las que tenemos que llegar y cuyo comportamiento tiene que cambiar son las que no lo harán. Creo que el gobierno tiene que ser más valiente a la hora de erradicar por completo algunos de estos productos».

    Añadieron que la gente suele manifestar su apoyo a la protección del planeta, pero en realidad no está dispuesta a tomar «decisiones incómodas» que repercutirían en su estilo de vida. «Muy poca gente hace los cambios necesarios porque piensa '¿por qué debería hacerlo yo si nadie más lo hace?' En Inglaterra somos especialmente culpables de esa mentalidad».

    Medidas de España contra la contaminación del agua

    En España, la reciente aprobación del Tercer Ciclo de Planificación Hidrológica marcará la gestión del agua hasta 2027. Para ello, se establecen más de 6.500 medidas dotadas con una inversión de 22.844 millones de euros.

    Con la aprobación de estos planes, culmina un largo proceso para modernizar la planificación hidrológica en España, además de estar completamente alineados con las políticas europeas como el Pacto Verde, el Plan de ‘Contaminación Cero’ y con la nueva Directiva europea de calidad del agua para consumo humano.

    Además de la legislación europea en materia de tratamiento y calidad de agua con la que se mantiene en línea, España cuenta con una legislación propia enfocada a luchar contra la contaminación del agua: la Ley 29/1985 de Aguas y sus modificaciones en el Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, que aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas, así como el Real Decreto 509/1996, de 15 de marzo, de desarrollo del Real Decreto-ley 11/1995, de 28 de diciembre, por el que se establecen las normas aplicables al tratamiento de las aguas residuales urbanas.

    Destacan también los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI) para el segundo ciclo, aprobados el pasado mes de enero, y cuya vigencia es hasta 2027, así como el futuro Plan de Acción de Aguas Subterráneas, cuyos objetivos se centrarán en la puesta en marcha de políticas concretas para evitar la sobreexplotación y la contaminación de las aguas subterráneas.

    La fauna en el punto de mira

    Además de la interacción con el público en general, es crucial la colaboración continua con el sector agrario. Un experto en materia de aguas del Reino Unido afirmó que los agricultores han asumido ampliamente su responsabilidad de ayudar a proteger el medioambiente: «Entienden realmente el concepto de cultivar junto a la fauna, de no desplazarla».

    Un experto en modelización de aguas de una empresa gestora del agua francesa afirmó que la protección de los ecosistemas locales debe ser una prioridad a la hora de tomar decisiones. «La calidad del agua es importante para que la gente pueda bañarse, pero no es lo único que nos preocupa. Garantizar que la contaminación bacteriológica no afecte a la fauna también es muy importante para nosotros».

    En el caso del Reino Unido, un ejecutivo del sector del agua afirmó que el sector necesita centrarse más en los contaminantes tóxicos que afectan a la fauna acuática, en lugar de «solo en los organismos indicadores de contaminación fecal y los patógenos que son perjudiciales para los humanos».

    «Las toxinas y los niveles de oxígeno son lo más importante para la fauna acuática, así que ahí es donde deberíamos centrar más nuestra atención para garantizar que insectos, peces y anfibios puedan vivir y prosperar en los ríos».

    Procesos

    El actual ciclo de revisión de tarifas en el Reino Unido se calificó de reto importante para los avances del sector en materia de contaminación. «El proceso de financiación del sector del agua puede ser realmente difícil porque cada cinco años creamos modelos de negocio basados en planes de gestión de activos», comentó un responsable de participación de una empresa gestora del Reino Unido.

    «Así que cada cinco años tenemos que presentar un nuevo plan de negocio en lugar de pensar a más largo plazo. Eso también puede hacer difícil explicar a los clientes por qué las facturas pueden fluctuar cada pocos años». 

    De cara al futuro, Ofwat exigirá a las empresas que tomen decisiones de planificación empresarial en un contexto a más largo plazo. Para el periodo de revisión de tarifas PR24, los planes de negocio a cinco años deberán establecerse en el contexto de una estrategia de suministro a veinticinco años. Según el regulador, este cambio contribuirá a garantizar que lo que se haga a corto plazo pueda maximizar el valor a largo plazo para los clientes, la población y el medioambiente.

    Desde una perspectiva europea, un responsable de una empresa gestora de agua pidió un enfoque normativo más centrado en la fauna acuática. Dijo: «No basta con hacer un seguimiento en los ríos, necesitamos más inversión para reducir la contaminación del agua y proteger la fauna».

    «Se puede hacer mucho más, pero es muy importante actuar ahora, no dentro de cinco o diez años».

    Colaboración y claridad

    Todos los participantes coincidieron en que la colaboración entre las empresas de servicios de agua, los organismos reguladores, los gobiernos, los clientes y otras partes interesadas, es fundamental a la hora de solucionar los problemas de contaminación.

    Sin embargo, se expresó la preocupación de que el sector del agua en el Reino Unido esté demasiado «desarticulado» y haya «demasiadas organizaciones con responsabilidades muy específicas». «Tenemos la Agencia de Medio Ambiente, el organismo Rivers Authority, las empresas gestoras del agua, etcétera. Cada uno es responsable de una parte ligeramente distinta del sistema. Así que, o no se hace nada, o las organizaciones se centran en ocuparse de su pequeña parte sin compartirla. Creo que hay que pensar mucho más en conjunto, y eso tiene que venir de arriba».

    La gente suele manifestar su apoyo a la protección del planeta, pero en realidad no está dispuesta a que repercuta en su estilo de vida

    Además, se coincidió en que los organismos reguladores tanto en el Reino Unido como en el resto de Europa pueden compartir más información y datos siempre que sea procedente.

    Un experto británico insistió en que Ofwat a menudo «comparte lo mínimo, y a veces ni siquiera eso». «Pero eso va en ambas direcciones. Cuando algo va mal, las empresas gestoras del agua tienden a callarse y no están tan dispuestas a compartir información con el regulador».

    También se criticó a Ofwat por su falta de claridad en cuanto a lo que espera de las empresas. «Por ejemplo, les dan una cifra que tienen que alcanzar, pero no hablan de la mejor manera de conseguirlo. Creo que sería beneficioso que se compartiera más información y se mantuvieran conversaciones más productivas con los reguladores».

    • Un experto en materia de aguas afirmó que los agricultores han asumido ampliamente su responsabilidad de ayudar a proteger el medioambiente

    Tecnología

    Aunque la colaboración y un pensamiento más integrado son fundamentales para que el sector avance en la lucha contra la contaminación del agua, las nuevas tecnologías y el conocimiento que aportan los datos pueden facilitar el intercambio de información y la participación de las partes interesadas. Sin embargo, a pesar de que muchos datos ya están a disposición del público, a menudo pueden parecer demasiado complejos e inaccesibles, según un experto en materia de agua europea: «Puede ser difícil descifrar qué datos son realmente importantes y útiles».

    «Me encantaría que los datos se democratizaran y se compartieran para que todo el mundo pudiera acceder a ellos. Si todo el mundo ve todos esos datos, es posible ver los efectos perjudiciales de los desbordamientos de sistemas unitarios, o lo altos que son los niveles de fósforo o mercurio y el efecto que pueden tener en ellos. Es entonces cuando la gente empieza a darle importancia».

    Como parte de los esfuerzos para democratizar los datos, un ejecutivo británico elogió a los «brillantes ciudadanos científicos» que comparten habitualmente datos sobre la calidad del agua en Internet. «Proporcionan unas visualizaciones maravillosas y eso permite a todo el mundo ver la información y comparar una región con otra».

    «De este modo, las personas y las empresas pueden rendir cuentas. Además, si todos los datos están disponibles, no nos centramos en una sola cosa. Todos estamos de acuerdo en que es entonces cuando las cosas empiezan a ser un problema, porque todo lo demás puede ir a peor cuando te centras en una sola cosa».

    El actual ciclo de revisión de tarifas en el Reino Unido es un reto importante para los avances del sector en materia de contaminación

    Nueva normativa

    En España, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico cuenta con las Guías de adaptación al riesgo de inundación: sistemas urbanos de drenaje sostenible, que orientan sobre las medidas a adoptar para mejorar la gestión de las aguas pluviales de las ciudades, centrándose en el uso de Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS). Asimismo, los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI) de segundo ciclo, incorporan mejoras importantes en la identificación de los elementos en riesgo, con información más precisa y ajustada a las necesidades de gestión.

    «Después, el reto es ¿qué hacemos con esos datos? ¿Cómo los utilizamos? ¿Cómo aprendemos de ellos? ¿Qué hacemos cuando hay falsas alarmas? ¿Y cómo reaccionamos? Es bastante abrumador y requiere las habilidades y los conocimientos necesarios para poder hacer frente a ese proceso de entrega de datos».

    Otro participante añadió que las empresas de agua invierten con razón en sus programas de vigilancia, pero lamentó la escasez de inversiones similares por parte de otras partes interesadas. «Todas esas organizaciones, desde la Agencia de Medio Ambiente hasta el organismo responsable de las autopistas nacionales, deberían controlar todas las fuentes de contaminación».

    «Deberíamos hacer un seguimiento de los cursos de agua, lo que nos indicaría de dónde proviene la contaminación del agua: la que procede de superficies urbanas, de superficies de las carreteras, de escorrentía agrícola y de vertidos industriales. Si las empresas gestoras del agua tienen que controlar sus vertidos aguas arriba y aguas abajo, ¿por qué no ocurre lo mismo con estas otras organizaciones? Es inaceptable centrarse únicamente en las gestoras del agua cuando se trata de la contaminación del agua».

    Principales conclusiones del debate

    • Hay que pasar de centrarse en los organismos indicadores de contaminación fecal a reconocer que existe una enorme variedad de contaminantes a nivel nacional.
    • Necesitamos más inversión para proteger la fauna acuática, no sólo a la gente que quiere bañarse en los ríos.
    • Creo que el sector necesita un nuevo planteamiento para garantizar que los diferentes organismos y los diferentes reguladores puedan trabajar más estrechamente entre sí y con las empresas gestoras del agua.
    • Tenemos que centrarnos en tecnologías como los gemelos digitales y la modelización que nos permitan decir dónde está el problema, para poder solucionar el problema correcto en el futuro y no solo protestar constantemente sobre los desbordamientos de sistemas unitarios.
    • Si los clientes y las partes interesadas no entienden cómo funciona la industria del agua, cómo se financia y cuánto tiempo van a tardar algunos de estos procesos, siempre va a haber una fricción entre lo que podemos hacer y lo que se espera que hagamos.
    • Cada gestora del agua analiza sus desbordamientos de sistemas unitarios y decide cuales son más problemáticos, pero deberíamos analizar el problema a escala nacional. Somos culpables de regionalizar nuestra planificación de prioridades, pero ese no es necesariamente el mejor enfoque.