El Gobierno iraní ha anunciado la imposición de un racionamiento de agua corriente a los ciudadanos que más consuman ante la escasez que se vive en el país por la sequía y que obliga a comprar este recurso en el extranjero.
El viceministro de Energía, Rahim Meidani, ha explicado en declaraciones a la agencia de noticias iraní Mehr que estas restricciones irán acompañadas de multas para quienes consuman más de lo estipulado.
Meidani ha indicado además que el Ministerio invertirá en proyectos destinados a la compra de agua para paliar la "grave carencia" de Irán en este ámbito y trabajará para impedir que se desperdicie.
Según la agencia, de carácter semioficial, el verdadero motivo de la crisis del agua es el bajo precio de este bien, subsidiado por el Estado, pero la sequía ha generado ahora graves problemas en distintos puntos del país.
