Cerca de 20.000 personas han salido este sábado a la calle en Dublín para protestar contra la subida del agua y contra los recortes presupuestarios del Gobierno.
La segunda gran manifestación contra la subida del impuesto del agua en Irlanda se ha convertido en la mayor concentración de la oposición contra el Gobierno del partido democristiano Fine Gael desde que llegara al poder en 2011.
Se trata de una gran respuesta a los recortes presupuestarios llevados a cabo por el primer ministro de Irlanda, Enda Kenny. La agencia Reuters ha cifrado la participación en cerca de 20.000 manifestantes.
La manifestación se ha organizado para protestar no solo contra la dificultad que les han supuesto los recortes a las clases bajas, sino también por no notar los supuestos beneficios de contener el gasto durante estos años. Durante la protesta varias pancartas han animado a la gente a negarse a pagar el nuevo precio del agua, que costará entre 200 y 400 euros anuales a cada familia.