La telegestión engloba la telealarma, el telecontrol y telemando, el automatismo, la comunicación entre estaciones y permite la adquisición, el archivo y la transmisión de informaciones relativas a su funcionamiento hacia un puesto de control, utilizando el soporte de comunicación más adecuado en función de los condicionantes técnicos, geográficos y económicos de la instalación. El puesto de control tendrá la función de comunicar con los equipos de campo, realizar el archivo centralizado, el tratamiento de los datos y mostrar dichos datos mediante sinópticos, curvas, informes... que le permitirán al usuario la gestión inteligente y eficaz de su red. La telegestión constituye una solución flexible y adaptable para reducir costes de explotación y de gestión de las infraestructuras.
Aportes de la telegestión en la gestión del agua:
- Seguridad y fiabilidad en las instalaciones.
- Actuar a distancia sobre los equipos controlados.
- Mejorar la eficiencia energética en las instalaciones.
- Realizar diagnóstico de las redes.
- Respetar las normas medioambientales.
- Mejorar la calidad de servicio a los usuarios.
- Optimización del tiempo de los explotadores.
- Agua y energía. Eficiencia energética.
El potencial de ahorro de energía en los sistemas de distribución y tratamiento de agua puede ser muy significativo, tanto que el consumo de energía de la mayoría de los sistemas de agua a nivel mundial podría reducirse hasta un 25% aplicando medidas de eficiencia energética. La eficiencia energética es un proceso continuo, y el objetivo final de la aplicación de una política de eficiencia de agua y energía es reducir el factor kWh/m³ en la medida de lo posible, sin reducir las prestaciones realizadas. Así, se debe medir para conocer el consumo energético, detectar los factores que afectan y las oportunidades de ahorro; actuar para mejorar infraestructuras y equipamiento, mejora de calidad de consumo eléctrico y automatización; verificar y vigilar las medidas adoptadas, y detectar nuevos puntos de actuación. Todo esto es posible mediante un sistema de telegestión. Mediante políticas de eficiencia energética y con la utilización de un sistema de telegestión, se puede conseguir disminuir las pérdidas de energía y un importante ahorro de agua, que se traduce en ahorro de recursos.
La telegestión constituye una solución flexible y adaptable para reducir costes de explotación y de gestión de las infraestructuras
Los sistemas de abastecimiento de agua ofrecen múltiples oportunidades para reducir de manera directa las pérdidas de agua y energía, y, al mismo tiempo, atender mejor al consumidor y preservar el medioambiente. Es vital controlar los parámetros de calidad del suministro eléctrico para obtener ahorros por eliminación de penalizaciones por pérdidas de ineficiencias, y conseguir un aumento de la vida útil de los equipos. Esto se consigue mediante analizadores de redes conectados a equipos de telegestión, que permiten al usuario su control permanente. Asimismo, es fundamental adaptar los momentos de mayor consumo a las tarifas eléctricas más competitivas, consiguiendo así una reducción importante de la factura eléctrica, y esto se logra mediante la automatización de los dispositivos consumidores de electricidad.
Ahorro derivado de la detección de las fugas y la regulación de la presión
Las redes de agua no son estancas: evolucionan y envejecen, y aparecen nuevas fugas con el tiempo. La búsqueda de fugas debe ser permanente. La IWA concluye que, para reducir las fugas, se deben aplicar: búsqueda activa de fugas, gestión de la presión, minimizar tiempos de reparación y gestión de infraestructuras. La sectorización de la red es clave para la búsqueda de fugas, y consiste en la división en «sectores», la instalación de contadores y posterior análisis sector por sector. Aunque no localiza la fuga, sí aísla el sector donde se encuentra. Para ello se utilizan los data loggers, que registran los datos y los envían al puesto de control para ser analizados por los operarios, optimizando los desplazamientos y la zona de actuación. Además, avisan en tiempo real ante cualquier anomalía, y aparte de medir volumen y caudal, pueden medir la presión, pudiendo incluso regularla mediante el control de válvulas VRP. Posteriormente, se usan herramientas que permiten la localización exacta de la fuga.
Mediante políticas de eficiencia energética y con la utilización de telegestión, se puede conseguir disminuir las pérdidas de energía
La presión y sus variaciones producen diversos problemas en la red: dificultan la demanda de los usuarios, incrementan las fugas a través de las existentes… Además, los sistemas de distribución de agua potable se diseñan para asegurar una presión mínima y suficiente en todos los puntos de la red durante 24 horas al día, y como la cantidad de agua necesaria varía de forma importante en los distintos periodos del día en función de los consumos, podemos afirmar que la mayor parte del tiempo, los sistemas de abastecimiento trabajan con presiones excesivas, luego para un funcionamiento efectivo es necesario la regulación de la presión. Para ello, se precisa la instalación de válvulas reductoras de presión y su regulación activa, de forma que la presión varíe entre los momentos de mayor y menor consumo. La telegestión permite hacer esta regulación de forma automática y enviar los datos para realizar una buena gestión, optimizando tiempos de desplazamiento y permanencia en las instalaciones. Asimismo, se consigue una mejor gestión de las infraestructuras, y una reducción de los tiempos de reparación.
Ahorro derivado de la telegestión de los parámetros de calidad
El control de calidad del agua consiste en un conjunto de actividades permanentes cuyo resultado es garantizar que el agua para consumo humano cumpla con los requisitos que establece la norma vigente. El control de calidad es un proceso estratégico de evaluación y control, y debe permitir no solo constatar la calidad, sino también suministrar la información necesaria para llevar a cabo las medidas correctivas inmediatas o a medio plazo, para que la calidad sea mantenida.
- Control de calidad para cumplimiento sanitario: su objetivo es facilitar al gestor y a la autoridad sanitaria la información sobre la calidad organoléptica y microbiológica del agua de consumo humano, así como la eficacia del tratamiento de potabilización. Las normativas vigentes son las Directivas Europeas 98/93/CE y 2015/1787, y su transposición a la ley española RD 140/2003 y RD902/2018. El cloro libre residual es el elemento más utilizado para desinfectar el agua, y su control en la red es fundamental para garantizar agua de calidad. Para este control diario es posible utilizar equipos de medición en continuo, y telegestionar esta operación conlleva numerosos ahorros en el tiempo de desplazamiento y presencia en las instalaciones por parte de los operarios, además de un control periódico mucho más exhaustivo.
- Control de calidad para mejorar la explotación: este control permitirá mejorar la explotación y garantizar el cumplimiento de los requisitos sanitarios, ya que se conocen los valores de los parámetros antes de proceder a la toma de muestra. En esta operativa, los ahorros pueden ser más apreciables y generalizables a más parámetros, pero dependerán de los procedimientos establecidos en cada empresa gestora y del grado de telegestión e instrumentación implementado. La medida de calidad es fundamental para la localización de intrusiones en la red de abastecimiento. Mediante la medida de la conductividad se puede hacer una detección precoz, y evitar que el personal de redes y laboratorio pasen varias jornadas averiguando el punto de entrada. Otro caso sería el control de episodios de cloro, pues en caso de un fallo de recloración se puede identificar en las curvas históricas de los analizadores y tomar la acción que minimiza el impacto a la población. Se reduce el tiempo de resolución y el personal que debe atender el episodio.
Conclusión
La telegestión permite un control permanente de todas las instalaciones, la automatización y la actuación a distancia las 24 horas y los 365 días del año. Esto facilita a los explotadores la reducción “al mínimo” de los desplazamientos y de su presencia en las instalaciones. El ahorro en los desplazamientos ya supone una gran economía en la gestión, logrando recuperar la inversión en muy poco tiempo. Pero, además, estas ventajas cobran especial relevancia en esta época marcada por el estado de alarma, el confinamiento y la reducción de movilidad que provoca la alarma sanitaria. Con la telegestión, los operarios no tienen que desplazarse diariamente a las instalaciones; en muchas de ellas es suficiente con una visita a la semana o cuando se produzca una avería.
En LACROIX Sofrel fabricamos soluciones para la telegestión del agua, e incorporamos día a día los nuevos desafíos a los que los explotadores se enfrentan, aportándoles las herramientas para realizar una gestión eficaz en las mejores condiciones.