Una central de ciclo combinado (CCC) consiste en una central térmica que transforma la energía térmica del gas en electricidad. Para ello se producen dos ciclos consecutivos de manera combinada: el ciclo de Brayton correspondiente a la turbina de gas y el ciclo de Rankine que corresponde a la turbina de vapor.
Este tipo de centrales se han construido mucho en los últimos años debido, principalmente, a su flexibilidad operacional, ya que pueden operar con un rango desde la mitad hasta el máximo de su potencia en función de la demanda. Son más eficientes, tienen menores emisiones por Kw generado, menor consumo de agua de refrigeración y se construyen más rápidamente. El gran inconveniente se ha producido por la situación actual del precio del gas.
Para convertir el gas en electricidad, se comienza comprimiendo el aire atmosférico a alta presión donde se mezcla con el gas en la cámara de combustión. Los gases producidos en la combustión se expansionan en la turbina de gas, produciendo así, el movimiento del eje que acciona el generador eléctrico, encargado de transformar el movimiento en energía. En las centrales de CC los gases producidos anteriormente se llevan a una caldera de recuperación para producir el vapor de agua que hará girar la turbina de vapor, asociada al eje anterior que accionaba el generador eléctrico. De esta manera, ayuda al ciclo principal en el accionamiento del generador para la producción eléctrica.
Tanto la caldera como los intercambiadores, donde el agua pasa de líquido a vapor mediante los gases de combustión, son elementos muy sensibles en cuanto a calidades del agua empleada. El agua procedente del exterior lleva un tratamiento riguroso para conseguir agua osmotizada totalmente libre, tanto de partículas como de sales. La presencia de la misma, iría disminuyendo de manera acelerada los rendimientos de la caldera y los intercambiadores.
Portacartuchos.
Es en este tratamiento de agua de aporte a la turbina de vapor donde LAMA SISTEMAS DE FILTRADO colabora con las empresas especializadas encargadas por la ingeniería principal en la construcción de la planta del tratamiento aguas (PTA).
Habitualmente, antes de llegar el agua a las membranas de osmosis, esta se prefiltra por unos sistemas de anillas o malla autolimpiantes donde se produce un primer desbaste antes de llegar a los filtros de arena metálicos, donde se reduce la turbidez que pueda dañar a las membranas. Finalmente, antes de entrar a las membranas, se emplean portacartuchos de 5 micras para retener las partículas mayores de ese tamaño que puedan haber pasado por los sistemas anteriores. Con esto conseguimos un agua óptima en cuanto a sólidos en suspensión acorde a las necesidades de las membranas.
Todos estos sistemas de filtración se duplican para evitar fallos en esta parte crucial del proceso, aseguramos el aporte de agua de calidad en todo momento.
Desde LAMA ofrecemos a nuestros clientes especializados en el tratamiento de agua todo lo necesario para cubrir sus necesidades en equipos de filtración. En LAMA SISTEMAS DE FILTRADO llevamos más de 70 años diseñando y fabricando sistemas de filtrado, nuestra experiencia nos convierte en una referencia para una instalación de filtrado correcta, de calidad y perdurable en el tiempo.