La mitad de la población del Líbano se enfrenta a la escasez crónica de agua, ya que recibe un promedio de sólo 3 horas de agua al día. Es habitual el uso de pozos ilegales, camiones cisterna caros, o agua embotellada para los hogares.
Más de 1,6 millones de personas se beneficiarán directamente de este proyecto, el 30% de los cuales viven bajo la línea de pobreza.