El Ayuntamiento de Málaga celebrará el Día Mundial del Agua el próximo sábado, 22 de marzo, con una semana de puertas abiertas en las dos principales instalaciones relacionadas con el abastecimiento y la depuración.
Las estaciones de El Atabal, dedicada al tratamiento del agua de consumo, y del Guadalhorce, encargada de la depuración de las aguas residuales, serán las protagonistas entre el lunes y el viernes de la próxima semana de esta iniciativa, que permitirá a los visitantes conocer la complejidad de los procesos que se desarrollan en sus instalaciones, sin los que no se podría tener acceso a un bien tan básico y esencial para la actividad humana.
La agenda organizada por el Área de Medio Ambiente recoge en una misma mañana la visita de ciudadanos procedentes de todos los distritos a las dos estaciones, comenzando por la de El Atabal, en donde se realiza el tratamiento del 100 por cien del agua que se consume en Málaga proveniente de los embalses de El Chorro.
En la Estación de Tratamiento de Aguas Potables de El Atabal se desarrolla un proceso físico-químico del agua --tiene tres decantadores y 20 filtros de arena--, con una capacidad de tratamiento de 2.500 litros por segundo. En El Atabal se ubica también una planta desaladora de aguas salobres que garantiza el abastecimiento a la ciudad, gracias a 10 filtros de seguridad y 12 módulos de ósmosis inversa con una capacidad total de tratamiento de 2.400 litros de agua por segundo, eliminando hasta 6,5 gramos de sal por litro.
Por su parte, la estación depuradora de aguas residuales EDAR del Guadalhorce es una de las tres instalaciones de estas características que existen en la ciudad, junto a la de Peñón del Cuervo y Olías, con una capacidad total de 185.000 metros cúbicos. Su objetivo es impulsar el agua residual al mar en las condiciones higiénico-sanitarias establecidas por la ley.
La depuradora de El Guadalhorce es la de mayor tamaño, al recibir un caudal medio diario de 165.000 metros cúbicos de aguas residuales provenientes de las barriadas malagueñas de Churriana, Campanillas y Puerto de la Torre, y de las localidades de Torremolinos y Alhaurín de la Torre.
El agua residual que llega hasta el Guadalhorce recibe un pretratamiento, seguido de una decantación primaria, un proceso biológico por fangos activados de media carga y, finalmente, una decantación secundaria, según han informado desde el Ayuntamiento en un comunicado.
El programa de actividades previsto fija para el viernes la jornada principal, en la que los invitados a conocer las instalaciones medioambientales serán escolares de diferentes centros educativos de la ciudad, y a representantes de las asociaciones de vecinos, a quienes se les explicará con detalle el funcionamiento de todos los procesos de tratamiento.
El concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, ha destacado la importancia de que los ciudadanos puedan conocer "la complejidad del trabajo" que se realiza en las depuradoras y que hace posible "que salga el agua con un simple gesto abriendo el grifo".
Jiménez ha explicado que, además, esta información permitirá a los ciudadanos tener una mayor conciencia medioambiental. "Cuando se ahorra agua, se está ahorrando al mismo tiempo también en energía necesaria para producirla o depurarla, por lo que el beneficio es aún mayor", ha señalado, añadiendo que "de la misma manera, cada vez que se ahorra en energía se logra un ahorro de agua, consiguiendo un beneficio directo en la mejora del medio ambiente".