La segunda jornada de Quality Water Summit comenzó con una sesión dedicada al analizar el impulso en el ahorro de energía en los distintos procesos que conforman el ciclo del agua. A continuación, acogió una sesión sobre la huella de carbono, pues el tratamiento de agua, en su condición de gran consumidor de energía, no es ajeno a la creciente concienciación sobre los efectos del cambio climático que ha hecho emerger la preocupación sobre la emisión de gases de efecto invernadero.
En este sentido, una segunda sesión mostró cómo los principales actores del sector del agua están trabajando en el rediseño de sus infraestructuras y procesos para reducir el impacto de su actividad y caminar hacia un futuro con cero emisiones de carbono. Tras la intervención de Juan Luis Pozo, director del Área de Sostenibilidad Corporativa en Global Omnium, y Miguel Ángel Pérez Navarro, Standarization Manager en Saint Gobain PAM, cerró la sesión José María Diaz, director general en Mare, que habló del proyecto LIFE-3E: Environment – Energy – Economy, cuyo objetivo es la demostración de una tecnología sostenible para promover la regeneración de efluentes de EDAR costeras integrando la producción de energía azul, aumentando la sostenibilidad de la gestión de los recursos hídricos a través de la reutilización y la reducción de vertidos al medio receptor: “El objetivo del proyecto LIFE 3E se basa en reutilizar el agua tratada en las EDAR costeras para disminuir el consumo energético”, explicó.
Como el resto de proyectos LIFE, 3E tiene un gran potencial de replicabilidad y transferencia tecnológica: según MARE, existen 281 EDAR donde se puede generar energía azul con agua de mar y 9 EDAR donde generar energía azul con salmueras en desaladoras. “Cualquier instalación industrial donde haya un flujo de agua con un gradiente salino es susceptible de emplear el sistema desarrollado en el proyecto LIFE-3E”.
Así, entre los impactos esperados en la gestión circular de los recursos hídricos, se pretende lograr una regeneración eficiente de los efluentes y la reutilización a nivel local, la reducción del impacto ambiental y la huella ecológica, la reducción de la demanda energética externa, y la reducción de los costes operacionales, todo ello en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible: “Con el proyecto LIFE-3E vamos a conseguir 8700 m3 de agua al año”, concluyó.