El uso agrícola del agua representa el 76.7% del volumen concesionado para los diversos usos consuntivos del vital líquido en México. El país ocupa el sexto lugar mundial en términos de superficie con infraestructura de riego: 6.46 millones de hectáreas localizadas en zonas áridas y semiáridas. En algunas de ellas, las condiciones de baja disponibilidad de agua tienden a agudizarse por los efectos del cambio climático.
En atención a esta problemática, el IMTA ha desarrollado tecnología orientada a mejorar la eficiencia del riego parcelario, que permite reducir los volúmenes de agua aplicados sin menoscabo del rendimiento de los cultivos. Tal es el caso del riego intermitente con sifones. Mediante este sistema en parcelas demostrativas del Módulo de Riego V-2, Angostura, del D.R. 010 Culiacán-Humaya en Sinaloa, se han obtenido ahorros de entre 30 y 40% en los volúmenes de agua aplicados en comparación con los métodos tradicionales, gracias a que disminuyen los tiempos de riego.
Otra tecnología que permite descensos significativos en los volúmenes de agua es la agricultura protegida. Para perfeccionar las estimaciones de riego bajo invernadero, se desarrolló una serie de protocolos experimentales para dar seguimiento a los parámetros agroclimatológicos y productividad del agua. Se llevan a cabo estudios para cuantificar el consumo de agua por las plantas mediante microlisímetros de succión.
En el marco del Plan Nacional de Desarrollo y con el objetivo rector por un MéxicoPróspero, este proyecto del IMTA busca elevar tanto la productividad del agua en las zonas bajo riego como el nivel de vida de los productores agrícolas.
