La ciudad de Playa del Carmen, Quintana Roo, experimenta un desarrollo económico y habitacional acelerado. El crecimiento de la población y de la infraestructura turística ha modificado significativamente el medio físico y los patrones de flujo del agua subterránea, así como la calidad del acuífero de apenas 8 m de espesor. El suelo está constituido por rocas calizas solubles de origen marino, altamente carstificadas, con presencia de múltiples fracturas, cenotes, fallas normales orientadas y múltiples conductos de disolución.
Debido a las condiciones hidrogeológicas, el agua residual tratada es inyectada al subsuelo a través de pozos emisores, diseñados y construidos para diseminar los efluentes provenientes de las plantas SaastunJa y Gonzalo Guerrero, por debajo de la lente de agua dulce.
A principios de febrero de 2013, se reportó el deterioro de la calidad de varios cenotes afectados por agua residual. Por este hecho, la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Estado de Quintana Roo (CAPA) solicitó al IMTA un estudio para identificar las fuentes contaminadoras que afectan la calidad de los cenotes, caracterizar los patrones de flujo que siguen los efluentes de agua residual tratada en el subsuelo, y un diagnóstico de la calidad del agua de cenotes afectados y de las descargas de agua residual de las plantas SaastunJa y Gonzalo Guerrero.
El establecimiento de una red de monitoreo representativa de los diferentes grupos de agua en la zona, el uso de métodos hidrogeoquímicos e isótopos ambientales de hidrógeno y oxígeno, y la aplicación de trazadores fluorescentes permitieron caracterizar el esquema de flujo del agua residual tratada en el subsuelo e identificar las fuentes contaminadoras que afectan la calidad de los cenotes.
Complementariamente, los resultados indicaron que el agua residual tratada inyectada en los pozos emisores resurge en los espesores de agua dulce aledaños a las plantas; los registros dinámicos verticales de temperatura y conductividad eléctrica de los pozos emisores 3 y 4 de la planta SaastunJa indican que, únicamente, el 80% de la columna de ademe ranurado actúa como sección emisora efectiva de agua residual a la zona de agua salobre, y no se encontraron evidencias hidrogeológicas de afectación de la calidad del agua de la zona de captación de agua potable, atribuibles a los efluentes de los pozos emisores de las plantas de tratamiento, ni por lixiviados provenientes del Relleno Sanitario Solidaridad.