"La sostenibilidad ambiental es impostergable, requiere de amplios acuerdos y plantea desafíos a los patrones de consumo y de producción", planteó Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), durante un encuentro en Ciudad de México.
La alta funcionaria de las Naciones Unidas dictó la conferencia magistral de cierre de la celebración del 30° aniversario del Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo del Instituto Politécnico Nacional de México (CIIEMAD-IPN), realizada en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente 2014.
En su exposición, Alicia Bárcena recalcó que luego de años de bonanza, la región enfrenta un contexto externo más difícil y con menor dinamismo económico. Por ello es preciso redoblar esfuerzos para lograr un desarrollo con horizonte estratégico a través del cambio estructural e inversión en capacidades humanas.
"Tal como señalamos en nuestro último período de sesiones, celebrado en Lima en mayo pasado, necesitamos alcanzar pactos sociales que permitan reorientar el desarrollo sobre la base de la igualdad y la sostenibilidad ambiental", señaló.
"La igualdad es nuestro horizonte, el cambio estructural con sostenibilidad ambiental es el camino y la política el instrumento", enfatizó Bárcena.
En su conferencia, titulada "Papel de la participación pública en el desarrollo sostenible", la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL expuso los principales lineamientos la llamada "trilogía de la igualdad", compuesta por los documentos Pactos para la igualdad: hacia un futuro sostenible, presentado en Lima en mayo último, La hora de la igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir, dado a conocer en Brasil en 2010, y Cambio estructural para la igualdad: una visión integrada del desarrollo difundido en El Salvador en 2012.
Bárcena explicó que la región se encuentra en una encrucijada con restricciones críticas, entre ellas el cambio climático, que añade nuevos riesgos e incertidumbre. "Por ello es necesario un cambio estructural que permita cerrar las brechas del desarrollo y enfrentar vulnerabilidades", indicó.
Según recientes estudios de la CEPAL, la región sufre de escasez hídrica, pérdida de productividad agropecuaria y seguridad alimentaria, morbilidad y mortalidad, pérdidas de infraestructura, costos económicos y sociales que incrementan la desigualdad, y la desaparición de ecosistemas.
Desde 1972, los desastres en la región han provocado 310.000 fallecimientos, afectado a 30 millones de personas y producido daños por 213.000 millones de dólares (a precios de 2000). Se estima que los costos estimados asociados a los principales impactos físicos relacionados con un aumento de 2,5 °C en América Latina y el Caribe varían entre poco más de 1% y algo más de 4% de pérdida regional del PIB.
"Alcanzar la meta climática requiere disminuir las tasas de deforestación, modificar los patrones de producción, de consumo y de urbanización, realizar inversiones sustanciales para aumentar la eficiencia en el uso de la energía y modificar la matriz energética de la región hacia fuentes renovables", enfatizó la representante de la ONU.
